lunes, 12 de septiembre de 2011

Nochevieja en Septiembre

El viernes pasado Josu y yo vivimos en primera persona lo que significa por estos lares "quedar a tomar algo".

Los compañeros del cole de Josu habían organizado una quedada en un bar de un megacentro comercial para fomentar el compañerismo y conocerse un poco más. Vamos, la típica fiesta a la que tienes que ir porque luego, si no vas, todo el mundo habla el lunes de lo guay que se lo pasaron y tú te quedas aislado y más solo que la una. Éste era el centro comercial en cuestión: el Village of Merrick Park, que puede albergar a todos los habitantes de Soria, y sobrar espacio.



El caso es que nosotros fuimos todo contentos a ver qué se cocía por allí pero debimos ir con las expectativas muy altas porque todo fue una sorpresa tras otra.

Nada más llegar, cuando me empieza Josu a presentar a todas (sólo había maestras), casi la planto dos besos a la primera hasta que la tipa me frenó en seco dándome la mano. Y yo, ¡mierda!, se me había olvidado que aquí no se dan dos besos, que aquí se dan la mano. Total, que le doy la mano a todas y ellas muy sonrientes.

Según nos ponemos en el círculo que tenían formado, así en plan a ver qué estáis hablando para charlar de cualquier tontería, van las tías y empiezan a escabullirse hasta que nos damos cuenta de que el círculo lo han formado en otro sitio y que nos han dejado en un rincón. Todo esto diréis, bueno, ha pasado en un rato, casi sin daros cuenta...; no, no, fue en 5 segundos.

Total, que ya los dos asumiendo nuestra situación, nos empezamos a fijar y vemos que todas van vestidas como si fuera nochevieja. Unos vestidos ajustados con lentejuelas, unos taconazos, unas melenas de peluquería, unos maquillajes...Vamos, que Josu y yo pensábamos que íbamos arreglados con vaqueros, camiseta mona y zapatos. ¡Ja! Debíamos parecerles Marcial Ruiz Escribano (pa servirles), nuestro gran amigo de Muchachada Nui. ¡Nui! Quizá debamos usar alguno de sus métodos... Juzgadlo vosotros mismos.



Siguen llegando más tipas. Algunas ni se dignan a saludar, otras se presentan y según les dices que encantada, se dan media vuelta en nuestras narices para darnos la espalda y hablar con otras.

Traen comida, en plan picoteo, y hacen una especie de muralla humana alrededor que no nos atrevemos ni a meternos a coger un triste nacho con queso. A Josu le recordó la clásica formación tortuga de los romanos. Im-penetrable.

Empezamos a pensar lo típico: "esto se lo hacemos en España a alguien que viene nuevo y quedamos de ____ pena" (fill in the gaps). Y empezamos a creernos que no lo estaban haciendo a posta, que es su manera normal de actuar, que ellas están a su bola con sus amigas y que se ve que aquí no es normal empezar a hablar con extraños o a preocuparse por ellos para saber qué tal lo están pasando.

En fin, una hora más tarde, después de una soberana bofetada cultural y de pegarle un par de sorbos a un mojito que sabía a mierda, decidimos irnos. Primero pensando una excusa y luego diciendo: "pero si las va a dar igual que nos vayamos, si casi no se han dado cuenta de que estamos aquí". Así que empezamos a decir "bueno, nosotros nos vamos ya, que hemos bebido mucho" y la única que nos dice algo es una que salta con "¿Ya os vais? ¡Pero si no habéis estado casi nada! Además los españoles bebéis mucho..." Y nosotros como "sí, claro, es que me lo estoy pasando tan bien que me da un montón de pena irme, fíjate...". Encima la tía cara se alegró de que nos fuéramos porque le dimos las consumiciones gratis que nos sobraban.

Conclusión: esta gente es muy rara, se arregla mogollón para salir a tomar una nada y les da exactamente igual que estés o que no. Menos mal que la noche la rematamos cenándonos un hamburguesón del "Five guys" que sabía a gloria.

PD: evidentemente, no tenemos fotos, nadie se dio cuenta de que estábamos allí...

2 comentarios:

  1. Marga, Josu, no debéis guardar rencor alguno, porque ya sabéis lo que se dice: Así empiezan los supervillanos... A todos nos gustaria ver a Super-Mosqui y al Varón Josu en acción, repartiendo mamporros a toda maestrilla sosaina y borde de más... pero eso es otra historia jaja

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  2. Para otra vez, os recomiendo que os abrais el chaqueton, dejando entrever un cinturón de explosivos de atrezzo. Mirándoles a los ojos, con tu sonrisa de asesino, gritando: "You´re gonna die! You´re gonna die!"

    Os garantizo que os vais a ganar el respeto de todos (previo paso por la carcel sin pasar por la casilla de salida ni cobrar las 20.000 pesetas).

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