jueves, 22 de diciembre de 2011

Pero mira cómo beben

Todos sabemos qué sigue a continuación (los peces en el río para los espabilados). Pero seamos serios, en España hay dos posibilidades para escuchar villancicos, bueno, una. El típico miembro coñazo de la familia que se empeña en poner la selección de los mejores villancicos cantados por Manolo Escobar mientras peláis gambas. En cassette, claro, que suena mejor. En mi caso yo soy ese coñazador, qué vamos a hacerle.

Pero es que claro, cualquier canción, por elegante que sea, acompañada por una zambomba y una botella de Anís el Mono pierde calidad. Imaginaos el Let it Be de los Beatles, cantado con botella y zambomba. Pues no.

Y si encima analizamos las letras... ¿quién se inventó esas letrazas? Grandes hits como "Campana sobre campana", "yo me remendaba, yo me remendé" o "ande, la marimorena"... pues no ayuda. De hecho, se me ocurrió ponerles a los niños este último villancico para que vieran qué se cocía por España en Navidades. Acabó la canción y pasó una planta rodadora. Nadie decía nada. Tuve que cambiar de tema rápidamente. En definitiva, que tradición mucha... pero gusto musical, poco.

Pero aquí, en los EEUU, en el país del espectáculo, la cosa es bien distinta. Aquí pones cualquier emisora de radio y ¿qué escuchas? Pues villancicos. No jodas, menudos horteras. Pues sí, querida muchachada. Para que un artista sea "cool" tiene que mostrar un gran espíritu navideño marcándose una versioncita y, de paso, sacarse unos millones.

Aquí un villancico puede, y debe ser, número 1 de los 40 principales. Y cualquier artista de cierto relumbrón debe sacar su CD de éxitos navideños. La canción que más escuchamos estas navidades es este villancico de Paul McCartney, versionado claro está por Demi Lovato, novia de... bueno, un chavalín de esos del Disney Channel:



Y si os queda la duda de si esto está montado específicamente para la tele, os podemos decir ya que NO. Son así. Esos son los espectáculos que montan como algo "normalito". El caso es que se pega la dichosa canción que no veas.

Y tengo también metido en la cabeza a "Rudolf, el reno de nariz roja", a "Santa que viene al pueblo" o el "Felicidad, es Navidad". El de los villancicos es un ataque de espíritu navideño (y algo consumista) a tres bandas: liminal, subliminal y superliminal. Alístate en la marina. (chorrada de los Simpsons, claro)

miércoles, 21 de diciembre de 2011

Cumpleaños Feliz

Bieeeen, bieeeen, bieeeen. Hoy estamos de celebración. De doble celebración. Más bien de cumpleaños. Hoy es mi cumple, pero lo importante es que hoy cumplimos con todos vosotros, querida muchachada, 100 entradas en el blog, ya somos magníficos. 100 como los programas de Saber y Ganar o 100 como el billetaco este.



No tenía yo mucha fe en el blog, para qué engañaros, porque no sabía de qué narices os iba a hablar. Suponía que de ciento al viento algo contaría. Pero mira, fue aterrizar aquí y empezar a ver chorrazos como pianos por todas partes. Me surgían ideas ocurrentísimas... y, claro, tenía que contaros todo eso.

Llegó Marga en agosto y, mira, también llegó con muchas ganas. Y como se nos acumulaban las ideas decidimos publicar de lunes a viernes, para que todos aquellos curritos pudieran desde el trabajo cada mañana echarse unas risas.

Gracias a Los Simpsons y a Muchachada Nui por adelantarnos lo que íbamos a ver sin que lo supiéramos. Vuestras chorradacas nos han inspirado para contar las nuestras. Y gracias a los que nos leéis a diario, que sois unos cuantos.

Esperamos seguir contándoos muchas más paridas. Para empezar, hoy hemos vuelto de nuestro viaje por el profundo Sur, que nos da para unas cuantas entradas. Lo que no sabemos es si estas dos semanas que vienen podremos publicar algo. Pasado mañana nos vamos a Nueva York y luego en Miami tenemos visitas encadenadas hasta el 8. Pero las chorradacas prometen: volaremos en una lancha de esas de ventilador gigante, visitaremos a Mickey, comeremos las uvas 2 veces,... Todo esto, claro está, rodeados de gañanes y ardillas, que es de lo que está llena esta parte de la Tierra.

En fin, que os dejamos con otra tontá de vídeo, porque sí. Mañana lloraremos al escuchar a los niños cantar el Gordo. Joder, sí que lo vamos a echar eso de menos. Pasadlo bien todos en Navidades, Feliz Año Nuevo, y blablabla...

La tontá viene al cuento por todos los viajes en avión que llevamos encima. Siempre acabamos diciendo las mismas chorradas, y siempre nos quedamos con las ganas de hacer esto. Bravo Homer.



¡Escribidnos comentarios, que nos hacen mucha ilusión!

martes, 20 de diciembre de 2011

Música famosa (áhiva qué chorrazo)

Vamos a poneros en situación. Eres un americano de visita en Cuenca capital. Ante ti, Gracita Morales y Juanito Valderrama presentándote el Museo de la Canción Española. Y repasando grandes hits como "Marinero de luces" de la Pantoja, "Cántame me dijiste cántame" de María del Monte o "Como una ola" de Rocío Jurado. Os gustaría ser ese guiri, ¿eh?

Pues esos fuimos nosotros el pasado sábado. Estuvimos en Nashville, Tennessee. Vamos, un pueblo con muchas letras repetidas pero que hasta hace dos días no supimos situar bien en el mapa. Y allí no se nos ocurrió nada mejor que ir al Museo del Country. Y, claro, pasó lo que tenía que pasar.



Liderados por una guía a la que no entendíamos ni jota, y seguidos de cerca por un matrimonio de zampahamburguesas y otras suculentas grasas (habían echado culo por delante y por detrás), nos montamos en un autobús escolar camino del estudio B de la RCA. Seguro que algún fan de la música, Dabito o Borja, ya lo conocían. Pero para nosotros era como estar en Cuenca.

Fue empezar, mirarnos y decir... bien, de los 10 famosísimos que hay aquí sólo conocemos a Elvis y a Jerry Lee Lewis. Los demás, grandes nombres: The Everly Brothers, Don Gibson, Waylon Jennings... eran grandes desconocidos. El caso es que los gañanes se sabían las cancionzacas de memoria y las tarareaban alegres.

Con la guía te sentías como analfabeto. Porque no sabíamos ni de quién hablaba ni éramos capaces de entenderla lo demás. Menudo acento del sur. Puff... yo entendía 3 de cada 10 palabras y Marga 3 de cada 100. Lo único que hacíamos era sonreír, afirmar y rezar para que no nos sacara voluntarios, nos preguntara de dónde éramos y dejar la dignidad de nuestro país a la altura del betún.

Al terminar la clase sólo habíamos sido capaces de contar cuántas tripas tenían los gordos: 4 por delante y 2 por detrás. Menos mal que no nos hicieron examen al salir. Yo creo que la guía debía pensar que éramos retrasados porque éramos los únicos que sus gracias no nos hacían ni gracia. Qué lástima. Tantos años de inglés para que un gañán de Nashville piense que eres retrasado y borde.



Al volver disfrutamos del resto del museaco. Oye, eso sí, un señor museo. Nos gustó mucho. Pensamos que fue porque sólo teníamos que leer y ver objetos. También había canciones. Todas protagonizadas por gañanes desdentados de las montañas. Bueno, luego evolucionaron, claro, a cowboys de Texas. Mucho más sofisticados, como de todos es sabido.

Pudimos degustar canciones, objetos y algún que otro souvenir del público (aún me queman los pulmones, la próxima intentaré llevar cuchillo y tenedor en el bolsillo para degustarlo con mayor facilidad y placer). Nuestro asombro creció aún más al comprobar que lo de cowboy no es sólo para los escenarios. Otros visitantes del museo iban tan contentos con sus botas de "lámeme la punta" , sus vaqueros y su sombrero cowboy. Auténtico.

Bueno, va, el museo estaba muy bien. Un buen edificio, precios asequibles, mucha música, interesantes exposiciones y un puñado de cantantes famosos en España. Os recomendamos la visita, si es que pasáis por Cuenca.

Os dejamos con un ejemplo de los Simpson, que nos sirve para demostraros el caso que le hacíamos a la señorita guía, y el tipo de canción que se veía en los vídeos de comienzos del country.



Y otra canción que nos hizo mucha gracia, de un gran intérprete de la guitarra: Chet Atkins. El tipo tocaba con el pulgar y llegó a ser capaz de tocar una guitarra como si fueran dos.

lunes, 19 de diciembre de 2011

Elvis Aaron Presley de Mississippi

Gracias a Muchachada Nui, una vez más, todos supimos que Elvis Presley no está muerto, simplemente estaba harto del aguambabaluba balambambú y decidió irse a vivir a "La aldea de los falsos muertos" junto a otros celebrities del pelo de Walt Disney, Jim Morrison o John Lennon.



Hoy, al igual que otros 600.000 gañanes a lo largo del año, hemos ido a ver cómo fue la vida del Rey antes de desaparecer para siempre.

Nos hemos adentrado en Memphis, Tennessee, para buscar Graceland y todo el mundo presleyveriano que la rodea y hemos podido disfrutar de muchas cosas:

1. Vale una pasta, pero todo sea por el gran Elvis, ¿tendrá que seguir pudiendo pagar la cuota del jardinero de la aldea de los falsos muertos, no?

2. Era un hortera, sobre todo cuando se hizo talludito. Pero oye, qué bien le quedaba el traje de oro, las capas, los brilli-brillis y las lentejuelas. Con esa ropa todo el mundo iría de payaso, él, iba de rey.

3. Le gustaban más los coches que a un tonto una tiza. Coche que se le antojaba, coche que se compraba. Ahora, yo si tuviera pasta también me compraba el Cadillac Rosa que le compró a su madre.



4. Graceland es más pequeña de lo que creíamos. Para todo lo rico que era Elvis, vivía en una casa pequeña. Eso sí, decorada extravagantemente hasta el último rincón. Espejos, pieles, telas, vidrieras, lámparas de araña y moqueta hasta en el techo de alguna habitación.



5. Existe merchandising de todo tipo. Te puedes comprar cualquier cosa con el careto de Elvis puesto en algún sitio. Además, en las tiendas, lo tienen organizado por etapas de su vida, por discos, por conciertos y dentro de todo esto, por colores. Una exageración. Tenían hasta Elvis de cartón a tamaño natural.

6. Ganó premios a punta pala. Un no parar de paredes llenas de discos de oro y platino por singles, discos, recopilatorios, canciones para películas...



En fin, Elvis Presley ha dado, da y dará para mucho. A nosotros nos ha dado para cuatro horas de visita. Y lo que está claro es que revolucionó el mundo de la música, atrajo a millones de seguidores, triunfó como una gran estrella y se convirtió en el Rey (lo siento por Bruce Springsteen y por Michel Jackson que se tuvieron que quedar con "The Boss" y "El Rey del Pop" respectivamente porque el puesto de "El Rey" ya estaba ocupado, jeje).

Aquí os dejo una muestra de la primera canción que grabó Elvis en la SUN Records y que le hizo saltar a la fama: That's all right.

jueves, 15 de diciembre de 2011

Centro de formación de patriotas: la función navideña

Todos lo conocemos, lo hemos vivido y sabemos de qué va. Bailes, algún teatro, padres a los que se les cae la baba, y maestros que quieren que lleguen ya las navidades. Es el gran clásico de la función navideña.

Los americanos serán lo que sea. Pero no podemos negar que son los reyes del espectáculo. Y en mi colegio lo del espectáculo se lo toman muy a pecho.

Para empezar, el colegio no tiene salón de actos. No hay problema. Alquilamos el auditorio del condado, con más de 2000 plazas, y solucionado.



Segundo, ¿cómo vamos a meter a tanto padre y niño? No hay problema. Cobramos a 12 dólares la entrada. Los niños se quedan entre bambalinas y también tienen que pagar si quieren ver el espectáculo desde el patio de butacas. Así recuperamos la pasta del alquiler y encima le damos caché al espectáculo.

Tercero, ¿cómo hacemos que dure un poco la cosa? No hay problema. Metemos a las extraescolares de cheerleaders, baile y glee. Además de pedir a cada clase un número. Así nos sale un espectáculo de más de 2 horas con descanso, y unas 25 actuaciones.

Cuarto, pero ¿cómo llenamos un escenario tan grande?. No hay problema. Ponemos la música bien alta en los miles de watios que tenemos, les ponemos un buen decorado y vestuario. Y les enseñamos a bailar como los mayores, a mover las caderas, ya verás qué graciosos quedan.

Quinto, ¿y cómo van a aguantar los padres ese tostón? No hay problema. Les ponemos un bar en la parte de fuera (cortesía del auditorio).

Menudo montaje, ¿no? Y al final, ¿qué tal ha salido? Bueno, pues al final... los niños son niños. Y teníamos los típicos que se olvidaban de todo, los que no lo habían preparado, los que se hacían el gracioso y los que lo hacían genial. Lo de siempre. Pero mira, una buena presentación mejora el producto final que no veas. Así que nada, contenido, contenido, ... pues lo de siempre. Pero espectáculo por los cuatro costados. Así da gusto.

Os dejamos con dos vídeos imprescindibles: El primero, algo parecido a lo que han hecho los niños hoy; el segundo, otro clásico, en el que se ve que los medios (luz, sonido, vestuario, decorado...) hacen maravillas. Nosotros también teníamos foco y grititos, una maravilla.




miércoles, 14 de diciembre de 2011

Cómo humillar a tu coche

Ya os hemos hablado de la locura navideña que nos viene rodeando en este último mes, pero hay algo digno de destacar de lo cual aún no os hemos hecho sabedores.

Es un adorno para el coche, un adorno nuevo para nuestros ojos, jamás visto en España (por lo menos hasta las navidades pasadas), que llama la atención de cualquiera la primera vez que lo ve, que convierte en ardua tarea el describir a su propietario sin recurrir al insulto y que te da pie a pensar en los sentimientos del coche, aparentemente un ser inerte pero que creo que muchas veces se siente ridiculizado por la creativa inteligencia de su dueño.

Sí, muchachada, el adorno del que hablo se llama "convertir a tu carro en el reno Rudolf". Os lo muestro a continuación.



Reíros, sí, es mejor que llorar. Y ahora intentad describir al dueño de dicho coche... ¿difícil, eh? Enseguida se te vienen a la boca palabras que van relacionadas con su cociente intelectual.

En fin, el caso es que estos coche-renos los puedes ver por doquier. Allá por donde pasas te encuentras con ellos como renos desesperados por encontrar al bueno de Santa. Es pararte en un stop y ver pasar 2 ó 3 en un momento. Da igual el tipo de coche: coches familiares, minis, furgonetas, pick-ups, deportivos... da igual, todos son humillados por la fiebre navideña de sus dueños. Una pena.

Pero ojo, que con esto también se puede ser original y personalizar aún más a tu bólido. Existen las versiones de bastones de caramelo con caramelón en el hocico y la de pinos de navidad con estrella. De estos se ven menos, es más difícil encontrarlos, pero los hay, si estás pendiente, los hay...





Y lo mejor de todo es que van enganchados a las ventanillas. Vamos, no sé aquí, pero en España te pones estos divertidos adornitos y a la mañana siguiente te han abierto el coche empujando los cuernos para abajo.

Como podéis observar, una auténtica maravilla de la estupidez humana. Auch! Ya lo he dicho y no quería.

martes, 13 de diciembre de 2011

Navidad, dulce Navidad

Qué raro es este país. Resulta que estamos preparándonos para Navidades, pero toda la decoración que se monta, todo lo que es público, tiene que ser no religioso para no ofender a nadie. ¿? Sí, nosotros tampoco lo entendemos.

La religión es algo que se potencia, pero sólo en la esfera privada. Por eso, aunque se celebre la Navidad hay que tener cuidadito con poner decoraciones públicas con referencias a Jesús, que ofende.

¿Y qué hacen los no cristianos?, ¿no celebran nada?, ¿miran a otro lado? ¿quitamos las decoraciones y no hay Navidad para nadie? No, tranquilos. No podemos permitir que no haya Navidad, la economía se iría a paseo sin ventas.

Para que el chiringuito siguiera en marcha los americanos pensaron hacer dos cosas. Primero, vamos a hacer que las decoraciones sean como de Navidades, pero sin ser Navidades. Ahí entran los arbolitos, el invierno, Papá Noel, los elfos, el Polo Norte...

Y, segundo, vamos a celebrar un poco de cada. Y por eso aquí se potencian fiestas de otras religiones. Ejemplo: el hannukah de los judíos es una fiesta menor, pero como cae cerca de la Navidad, pues también la celebramos. Otro ejemplo: para la comunidad afroamericana, en los 60 se creó Kwanzaa, que es una fiesta de 8 días en la que la familia se reúne y se intercambian regalos. El caso es que haya regalos.

Por la calle y en los comercios ves el batiburrillo religioso. Y en el colegio celebramos y estudiamos todas las religiones importantes. Ahí os dejamos un ejemplo con el especial navideño de Krusty para todos los credos. De nuevo, una muestra de esta sociedad que mezcla churras con merinas en nombre de la libertad.

lunes, 12 de diciembre de 2011

El libre mercado

En este país el libre mercado hace que los precios cambien bastante de un sitio a otro. Y comienza la negociación. Aquí tienes que estar bastante dispuesto a negociar. Cuando alquilamos la casa no negociamos, y luego nos enteramos de que seguramente hubiéramos podido sacar mejor precio. Así que a partir de entonces negociamos con el coche, con el seguro, hasta con el colchón. Y después de aquellas experiencias pensábamos que no tendríamos que negociar más. Nos equivocamos.

El libre mercado ha llamado a nuestra puerta en forma de supermercado de barrio. Aquí lo de poner los precios como les dé la gana se lo toman muy a pecho. Y este último mes hemos descubierto que el sitio donde comprábamos era caro de narices. Nos dimos cuenta gracias a nuestro helado favorito, que no solamente guarda jugosas sorpresas en forma de cachos de Oreo, sino que nos ha enseñado a ser astutos consumidores. ¡Atiende, cuánta ventaja!



Comparativa de nuestro helado:
- Súper más cercano: $6.99
- Internet: $4.50
- Walmart (bastante más lejos): $3.20

El día que lo vimos pensamos: "no puede ser, ¡la mitad!". A partir de ahí empezamos a comparar precios, y hemos llegado a dos conclusiones: la primera, que muchos precios están inflados. Tendremos que aprender a comprar a base de cupones y de ofertas.

Y la segunda, que somos más pobres que las ratas. Menos mal que los Simpsons nos siguen ayudando y nos dan "peace of mind" (tranquilidad mental). Gracias Homer.

domingo, 11 de diciembre de 2011

Alto, policía

Bueno, bueno, bueno. Menuda liada que pudimos ver el viernes. Todo comenzó hará como una semana, cuando en la carretera vimos anunciado: "Próximo viernes, control de alcoholemia en la US1, de 9 a 2 de la madrugada. Evite retrasos".

Y, claro, ya pensamos: y estos memos, ¿para qué te avisan de que va a haber un control? Te lo vas a poder saltar...

El caso es que aquí en EEUU, tierra de la libertad, tienes derecho a que la policía te informe de que va a realizar un control. Tienen que avisarlo con tiempo y decir dónde y cuándo se va a realizar, para que estés puntual a la cita. Si no, no vale. De hecho, una vez tú ves el control, tienes derecho a evitarlo haciendo una maniobra legal. Por ejemplo, si ves un control a 50 metros y puedes girar, tienes derecho a hacerlo. Igualito que en España, que los controles te los encuentras de sopetón y no hay tu tía: pasas, o pasas.

En fin, que estábamos un tanto extrañados. El viernes por la noche lo entendimos todo. Salimos a dar una vuelta andando (somos los únicos que lo hacemos, vagabundos aparte), y empezamos a ver muchos coches de policía local y de los State troopers, la policía del Estado. Joder, cuánto coche, cuánta policía, qué pasa hoy... Al volver de nuestra vuelta nos encontramos, enfrente de casa, algo similar a esto:



La carretera de 3 carriles por sentido estaba cortada, habían puesto varias chicanes que había que hacer para pasar por el control. Y empezamos a contar y, grosso modo, estos eran los recursos con los que contaban:

- Unos 50 coches de policía, todos con las luces dadas.
- Dos autobuses de Hospital de Campaña.
- Varias furgonetas para transportar detenidos, por si encontraban a alguien buscado en 6 estados. Debieron encontrar a uno. Te están avisando desde hace una semana que va a haber un control policial, y tú, buscado en 6 estados, decides pasar por ahí. Eres tonto, tío.
- Un camión de servicios legales.
- Unas 50 motos de policía.
- Conos naranjas por todas partes.
- Cinta amarilla que ponía: Caution!
- Sillas para los policías.
- Botellas de agua.
- Generadores y varias torres de focos.
- Un helicóptero que parecía el Ojo de Sauron, con un foco que debía andar buscando el anillo único.
- Varios perros policía. Rex, un policía diferente, también estaba allí.
- 150 policías entre locales, del condado y estatales.

Aparte, claro, las 4 furgonetas, con antenas en el techo, de las respectivas cadenas de televisión que estaban cubriendo el evento. Derecho a la información se llama. Aquello con tanta luz, fiesta, watios y sonido, parecía Pachá Ibiza. Menuda fiesta. La gente hacía cola con el coche para entrar. Había un atasco de aquí a Lima.

Ya en casa, intenté desde el balcón hacer una foto. Hablé con un vecino que me confirmó que aquello era normal, y que me bajara al lío a sacarles fotos a los policías. Su argumento, contundente: "Este es un país libre". Sí, claro, estoy yo como para bajarme a sacarle foto a tanto policía en la jeta, para que me paren y me pidan los papeles, o acabe en comisaría interrogado por espía comunista. Son capaces de deportarme, y encima pasarme luego la factura.



Esto es todo lo que pude hacer: una caca de foto. Desde luego fue toda una experiencia contemplar, con henchido orgullo patriótico, la capacidad de las fuerzas del orden de este país. Ahora nos explicamos cómo narices son capaces de montar esas persecuciones de 1 malo, 30 coches de policía, el helicóptero iluminando, y la televisión informando en directo: lo tienen todo preparado, sólo tienen que esperar al malo, y que empiece la función.



Aunque no seáis astutos políglotas, aquí va la noticia del suceso. Atentos a la señora que llevó galletas caseras a los agentes para que "recordaran a su hija asesinada por un conductor borracho" mientras hacían su trabajo. "Hay que detener a los posibles conductores temerarios antes de que causen otra desgracia en otra familia".

Ahí queda eso.

jueves, 8 de diciembre de 2011

Secret Santa

Hay ideas universales, como el Secret Santa, conocido en España por amigo invisible.

Estamos esta semana en el cole haciendo el Sícresana, con polleces que tenemos que dejar durante toda la semana y al final un super-regalo de unos 20 dólares. Ya me dijeron: "Déjate de darle vueltas a la cabeza y compra una tarjeta regalo".

Hoy he ido a comprar una... y madre mía, me he quedado absolutamente impresionado. Tienen todo tipo de colores, formas y detalles para regalar. Tarjetas que se convierten en cajita, de colores, para cumpleaños, con luces, con pegatinas, con imanes, en español, en inglés, de renos, Papá Noeles, Reyes Magos, árboles, para padres, para niños, para mayores, para novios... Todo un frenesí de posibilidades en todas y cada una de las tiendas de este país.



Tendrán otras cosas menos buenas, pero en las chorradacas y los detallitos para hacer regalos... son los reyes del mambo. Tienen un regalo para cada ocasión y para cada persona. Parecen el anuncio de Cocacola.

miércoles, 7 de diciembre de 2011

Muchachada around the world. Hoy... Washington DC

Ya, por fin. Hoy os hablamos de la capi. Para comenzar, unos primeros datos interesantes. Cuando en 1790 Washington, primer presi, tiene que decidir en qué ciudad pone la capital de la joven nación, los 13 Estados se matan unos a otros por tener la capital en su territorio. Eso les daría mucha influencia, desde luego. Además, cada cual barría para su casa: "ponla en el norte que está más poblado", "no, no, en el sur que si no estamos muy lejos", "que no, que mejor aquí, que me pilla cerca del colegio de los niños", "no, hombre, mejor enfrente de la casa de mis suegros", "venga, Washington, quédate por aquí y hacemos merienda-cena". Así que decidió muy sabiamente el tipo que ni pa ti ni pa mí. Pidió a los dos Estados más céntricos un poco de terreno, y plantó un cuadrado, que no iba a ser ni de uno ni de otro. Así que si ahora preguntáis, ¿en qué Estado está la capital?, la respuesta es: en ninguno. Está en el Distrito de Columbia, por Colón, de ahí que sea Washington D.C.



Bueno, pues os contamos un poco cómo va el tema. Aquí está la mayor parte de la administración del país. Por todas partes se ven edificiacos en mármol, cosas inmensas. Claro copón, hay que impresionar al personal, que sientan el orgullo patrio al ver esos pedazo de bichos de edificios. La mayor parte de los edificios están situados cerca del National Mall, un megapaseo de 4 kilómetros de largo, con el Capitolio en un lado, el Memorial a Lincoln en el otro, y el Memorial a Washington (el obelisco), en el centro.



El Capitolio alberga al Congreso, la institución más importante del país. Y está dividido en dos alas: el Senado, que representa a los Estados; y la Casa de Representantes, por parte del populacho. Todo está muy muy pensado, y lleno de simbología. Un ejemplo, Washington DC era un cuadrado, en el mismo centro del país (de 1790), y en el centrito está el Capitolio. Y justo en el centro del Capitolio, en el centro de todo, la cúpula que divide por la mitad las dos partes del Capitolio. Aquí me tenéis para demostrarlo, caracterizado de gañán, en la piedrita del "km. 0".



Otro punto interesante de la ciudad es, cómo no, la Casa Blanca. De la que destacaremos dos cosas: es bastante pequeña (por lo menos la parte que se ve), y está MUY vigilada. Había policías en la zona donde nos poníamos los turistas, policías dentro de la casa, fuera de la casa, en el pórtico, coches de seguridad, en helicóptero, y hasta francotiradores en el tejado. La bomba.



Pero no os penséis que todo es tan sencillo como pasear por el Mall y ya está. Por dentro y fuera de la ciudad sigue habiendo cosas interesantes para visitar. Ahí hay dos ejemplos que no estaban ni en DC, sino en Virginia, al otro lado del río: el Cementerio Nacional de Arlington y la escultura en honor a los marines en Iwo Jima. A lo grande, como le gusta a esta gente.





Pero el recopetín de toda la visita, lo que nos descolocó de verdad, fue pasar de ver todo decorado para Thanksgiving a estar metidos en la aldea de Papá Noël. Bueno, de Santa Claus, que aquí no es Papa Noel. Las Navidades sí que las hacen a lo grande. Ya os hablaremos de eso otro día, que tiene miga.

martes, 6 de diciembre de 2011

We the people

En esta fecha tan señalada voy a daros una clase-chapa sobre la Constitución. Esto de leerse los libros de Historia de los críos en el cole es lo que tiene, que aprendes y entiendes mejor a esta gente. Allá vamos.

Aquí la libertad es lo fundamental. Los primeros europeos que vinieron a América (españoles aparte) querían libertad religiosa. Se instalaron y, como estaban tan lejos, podían hacer un poco lo que querían. 150 años después, en 1776, las 13 colonias en las que se han organizado se declaran independientes de Reino Unido. Cada colonia está asociada a las otras, pero quiere seguir siendo libre. En una palabra, poder cortar el bacalao. Para tener algo de fuerza deciden unirse y preparan una primera constitución en 1777. Básicamente se declaraban amigos unos de otros y establecían un Congreso que tenía capacidad para llevar los Asuntos Exteriores, mantener un ejército, pedir dinero a cada Estado y emitir moneda.

El caso es que al poco ese chiringuito se les fue a paseo. Porque cada Estado hacía lo que le salía del pie. Y el Congreso no tenía prácticamente fuerza, de tan independientes que querían ser todos. Cómo debía ser, que para aprobar cualquier cosita, tenía que haber unanimidad. Así que todo se les bloqueaba. Lo mismito les pasó a los indignados del 15M, que no habían leído que lo de aprobar por unanimidad lo habían intentado ya los americanos y no funcionaba.

Así que en 1787 prepararon una segunda Constitución. Esta sí, la buena de verdad. Para eso encargaron a un señor, James Madison, que preparara un poco el invento. El tal Madison se puso a chapar Historia. Leyó sobre todo tipo de gobiernos contemporáneos y pasados, sobre sistemas económicos y políticos. El tío se lo debió currar bastante, tenía cara de pensar mucho.



Madison decidió que el mejor sistema para garantizar la libertad de la gente era una República. Pero como en el pasado habían fallado algo, había que mejorarla sin por ello joderle la marrana a la gente y que perdieran libertades. Delicado equilibrio. Así preparó un sistema de 3 poderes, como la mayor parte de los sistemas democráticos actuales: ejecutivo, legislativo y judicial.

Para dirigir el ejecutivo el Congreso eligió por unanimidad a George Washington, un general retirado. Y ahora, sí, ya empezó a medio funcionar la cosa. Ya no hacía falta aprobar las cosas por unanimidad, y poco a poco pusieron todo el chiringo en marcha.

El sistema, en teoría, debía funcionar muy bien. Peero, todos los sistemas políticos pueden estropearse. Y les pasó. Después de varias crisis fueron dando cada vez más poderes al Presidente. Y los primeros lo usaron para servir a la Nación. Pero los siguientes... bueno, pues no lo hicieron tan bien.

Aun así, el americano medio piensa que la Constitución sigue siendo la ley que garantiza su libertad. Porque esta es la tierra de la libertad, y el Gobierno velará porque nadie se la arrebate. Y este sistema es tan bueno, está tan bien pensado, que deberían usarlo todos los países del mundo mundial. Ala, a invadir, no vamos a guardarnos tantos beneficios para nosotros solos.

Y si en algún momento falla un poquito, no hay problema. Montan una enmienda y ya está. ¿Una enmienda? Sí. Para modificar la Constitución sin tener que poner el país patas arriba como en España, tienen un sistema de modificaciones. Así que el buen americano, después de leerse los 7 artículos de la Constitución, tiene que aprenderse también las 27 modificaciones posteriores que se le han hecho.

Lo más cachondo es que algunas de las modificaciones están anuladas por modificaciones posteriores. Pero hay que seguir estudiándolas. ¿Enmiendas famosas?

La II, que les permite llevar armas. Esta se hizo para que pudieran defenderse de los británicos, de los indios, de los osos, y de los vecinos molestos. Ahora algunos creen que se puede seguir usando así.

La V. Cuando al malo le enganchan y grita ¡Me acojo a la 5ª enmienda! quiere decir que quiere ser juzgado por un jurado.

La XIV que abole la esclavitud.

Y la XVIII, que prohíbe en 1919 el alcohol, con lo que fomentan las mafias, gangsters... vamos, Chicago años 20. Luego será suprimida por la XXI en 1933.

En fin, que siguen modificando su sistema a base de parches. Pero siempre siempre siempre, teniendo en cuenta que lo más sagrado e importante de esta tierra (al menos en teoría) es la LIBERTAD.



P.D: Hay un fragmento muy cachondo sobre cómo funciona el Congreso en EEUU en, cómo no, los Simpsons. Temporada 3, "La familia va a Washington". Cuenta cómo debe ser esto en la práctica. Lo buscáis y lo veis, que yo ya me he cansado. Ala.

lunes, 5 de diciembre de 2011

Ardillis

Este país está lleno de dos cosas: ardillas y gañanes. Y hoy toca hablar de las ardillas, de los gañanes ya hemos hablado bastante.

El otro día en Wachinton vimos a Chip y Chop, pero en gris.



Cuando nos quedamos quietos para mirarlas se dieron cuenta y empezaron a posar. Y nosotros, pensando que nos aprovechábamos de ellas, les hicimos unas fotos.



Como parecía que se iba, tuvimos que sacar una galletica con chips de chocolate para que se quedara quieta. Y claro que se quedó, como que nada más oír el ruido de la bolsa, a la tía se le hacían los ojos chiribitas.



Tuvimos nuestro momento de National Geographic, mirándola bien quietica. A todo esto Chop estaba bien lejos, observándonos, aunque luego se decidió también a venir a por galleta. El caso es que cuando ves a la ardilla de cerca, mola. La cola la tienen hueca, y el pelete suave.




Estuvo un rato comiendo y dejándose mirar. Daban ganas de llevársela a casa y sobarla con fuerza para que lo notase.



Tras este agradable rato, y tras comprobar que no le había dado un subidón de azúcar, nos llegó la duda a la mente: ¿quién se ha aprovechado de quién? Porque les sacamos cuatro fotos, pero ellas nos sacaron dos galletacas. Próximamente en sus pantallas: Ardillas vs. gañanes, el combate final.



P.D: Una duda, ¿las ardillas se quedan ciegas como los perros si comen azúcar? Prefiero no saberlo.

domingo, 4 de diciembre de 2011

¿Infierno o paraíso?

Quería yo seguir hoy con Washington, pero no hay manera. Otro chorrazo como un piano se ha interpuesto en mi camino.

Ayer tuvimos el placer de visitar uno de los sitios más bizarros que existen. Imagináos a los goblins de Moria invadiendo la caverna principal. Pues eso fue lo que vimos: hordas de gañanes abarrotando grandes cavernas. ¿Qué? ¿Estuvisteis en una recreación del Señor de los Anillos? No, estuvimos en un mega centro comercial.

El Sawgrass Mill es el sexto mayor centro comercial de los EEUU. Tiene más de 400 tiendacas. Tiendacas por el tamaño que tienen. Y todas de outlet, o de descuento. Si lo comparamos con España, el Plaza Norte 2 de Madrid, uno de los más grandes, es en superficie sólo 2/3 de éste. Es tan grande que necesitas casi un cuarto de hora para recorrerlo de punta a punta a toda leche. Bueno, es tan grande que te dan un mapa en información y las "calles" tienen nombre para que no te pierdas.



Pues ahí estábamos busca que te busca grandes chorrazos a precio de risa. Algo encontramos. Lo que pasa es que para los americanos un precio de risa es para nosotros un precio normal. Sí, amigos, sentimos desmontaros otro mito, pero es así: la ropa en EEUU no es más barata que en Europa. Para los sueldos que tienen sí que lo es, pero a nosotros nos seguía pareciendo todo carísimo.

Como decía, esto puede ser el infierno o el paraíso. Para un amante de las compras, de las gangas y de rebuscar en todo tipo de tiendas esto es el puro cielo. Para mí, que me gusta ir a la tienda concreta, a buscar el artículo concreto, probármelo y largarme... esto era lo más parecido al infierno. Menos mal que hice de tripas corazón (pobre Marga si no) y me dediqué a observar al personal. Os cuento lo que había:

1. Las chonis americanas, que quieren parecerse a la Kardashian (una choni que no sé ni por qué es famosa, pero aquí lo es). Van con su carro lleno de baratijas deliciosas, el marido de mula y los retoños a su lado. El conjunto se completa con la hija adolescente, con chándal rosa, tacones y sin levantar la cabeza del iPhone.

Aquí la Kardashian, aquí unos amigos.



2. Turistas. Cantaban porque llevaban una maleta nueva. No era porque quisieran comprarse una. Era porque querían llenarla de ropa que compraban. Esto está a una hora en coche de Miami Beach, pero da igual. Llegan en autobuses (sí, hay algún tour que para aquí), compran su maleta, la llenan de todo lo que pueden en dos horas y se largan.

3. Gente en el paraíso. Arrastraban un pesado carro lleno de trastos recién comprados y farfullaban al encontrar otro objeto chiripitifláutico. Cambiad trastos por gatos y el resultado es éste:



4. Gente en el infierno. Aburridos señores (principalmente) sentados esperando su turno para los sillones de masaje. Se les veía mirar el móvil, comer algo o leer el mapa.

5. Seguratas. Subidos en su Segway. Su misión era regañar a los adolescentes. Verídico. Una regañó a un chaval porque dentro "no se podía llevar la capucha" por motivos de seguridad.



En fin, toda una fauna en uno de los mayores zoos que hemos tenido la oportunidad de pisar. Una auténtica locura.

jueves, 1 de diciembre de 2011

Lo más de América... o del mundo

Ya sabéis que un reclamo publicitario en este país es: "El más grande de América", o "el más importante", o "el primero". Como el retrete más grande del mundo.



Hoy vamos a hacer un repaso a los museos de Washington usando sólo "lo más" o "el más" algo. Difícil no es.

El museo más variado de América, el Smithsonian, tiene 19 museos. Sólo vimos tres.

1) El museo de Historia Natural más grande de América:

Bichos disecados, como en todos. Por número de animales era bastante peor que otros como el de Londres o Madrid, pero tenían unos dioramas muy buenos, para qué engañarnos. Ah, sí, tenían el elefante disecado más grande del mundo, y el esqueleto de T-Rex más completo del mundo.



2) La National Gallery:

Con la colección de arte europeo más grande de América, y el único DaVinci de América. Tenían cositas interesantes. Pero se les va un poco cuando en los rankings ponen a la National como pinacoteca nº2 a nivel mundial, por detrás del Louvre. Hombre, yo creo que los Uffizi en Florencia o El Prado en Madrid le da alguna vueltecita que otra. Hasta el Hermitage de S. Petersburgo yo diría que es mejor.



3) El museo de Historia Americana:

El museo más completo de la Historia de América en el mundo. Fácil, con sólo 200 años que contar... ah, sí, tenía también la bandera más importante de América, la que les inspiró para componer la canción más importante de este país: el himno.



También visitamos el Museo del Holocausto, con la colección más grande de América, y la Phillips Collection, que compró el cuadro impresionista más caro de la época.



En cuanto a monumentos, también los tienen. Está el monumento en piedra más alto del mundo, el Obelisco. Y el edificio en piedra más voluminoso de América: el Capitolio. Otro día os hablamos de esto, que tiene tela la que tienen ahí liada.



Y, por supuesto, cada sitio era el más. La Biblioteca del Congreso, la más grande de América; la Corte Suprema, la más importante de América; el National Mall, la calle con más museos de América; y... Washinton DC en sí, la ciudad más monumental de América (todo lo importante está hecho en mármol o piedra y en estilo neoclásico), y... donde vive la persona más importante de América, y... del mundo.

En fin, que una cosa sí que fue cierta. Fue la ciudad donde más nos hemos cansado de América.

P.D: No me extraña que les guste tanto el Libro Guiness de los Récord.