domingo, 4 de diciembre de 2011

¿Infierno o paraíso?

Quería yo seguir hoy con Washington, pero no hay manera. Otro chorrazo como un piano se ha interpuesto en mi camino.

Ayer tuvimos el placer de visitar uno de los sitios más bizarros que existen. Imagináos a los goblins de Moria invadiendo la caverna principal. Pues eso fue lo que vimos: hordas de gañanes abarrotando grandes cavernas. ¿Qué? ¿Estuvisteis en una recreación del Señor de los Anillos? No, estuvimos en un mega centro comercial.

El Sawgrass Mill es el sexto mayor centro comercial de los EEUU. Tiene más de 400 tiendacas. Tiendacas por el tamaño que tienen. Y todas de outlet, o de descuento. Si lo comparamos con España, el Plaza Norte 2 de Madrid, uno de los más grandes, es en superficie sólo 2/3 de éste. Es tan grande que necesitas casi un cuarto de hora para recorrerlo de punta a punta a toda leche. Bueno, es tan grande que te dan un mapa en información y las "calles" tienen nombre para que no te pierdas.



Pues ahí estábamos busca que te busca grandes chorrazos a precio de risa. Algo encontramos. Lo que pasa es que para los americanos un precio de risa es para nosotros un precio normal. Sí, amigos, sentimos desmontaros otro mito, pero es así: la ropa en EEUU no es más barata que en Europa. Para los sueldos que tienen sí que lo es, pero a nosotros nos seguía pareciendo todo carísimo.

Como decía, esto puede ser el infierno o el paraíso. Para un amante de las compras, de las gangas y de rebuscar en todo tipo de tiendas esto es el puro cielo. Para mí, que me gusta ir a la tienda concreta, a buscar el artículo concreto, probármelo y largarme... esto era lo más parecido al infierno. Menos mal que hice de tripas corazón (pobre Marga si no) y me dediqué a observar al personal. Os cuento lo que había:

1. Las chonis americanas, que quieren parecerse a la Kardashian (una choni que no sé ni por qué es famosa, pero aquí lo es). Van con su carro lleno de baratijas deliciosas, el marido de mula y los retoños a su lado. El conjunto se completa con la hija adolescente, con chándal rosa, tacones y sin levantar la cabeza del iPhone.

Aquí la Kardashian, aquí unos amigos.



2. Turistas. Cantaban porque llevaban una maleta nueva. No era porque quisieran comprarse una. Era porque querían llenarla de ropa que compraban. Esto está a una hora en coche de Miami Beach, pero da igual. Llegan en autobuses (sí, hay algún tour que para aquí), compran su maleta, la llenan de todo lo que pueden en dos horas y se largan.

3. Gente en el paraíso. Arrastraban un pesado carro lleno de trastos recién comprados y farfullaban al encontrar otro objeto chiripitifláutico. Cambiad trastos por gatos y el resultado es éste:



4. Gente en el infierno. Aburridos señores (principalmente) sentados esperando su turno para los sillones de masaje. Se les veía mirar el móvil, comer algo o leer el mapa.

5. Seguratas. Subidos en su Segway. Su misión era regañar a los adolescentes. Verídico. Una regañó a un chaval porque dentro "no se podía llevar la capucha" por motivos de seguridad.



En fin, toda una fauna en uno de los mayores zoos que hemos tenido la oportunidad de pisar. Una auténtica locura.

1 comentario:

  1. Hola Ñas, ¿había tiendas de videojuegos? Necesitamos tu consejo para la viciada 2011. Ya no hace falta que sean multijugador, me da que vamos a estar poquitos...

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