martes, 6 de diciembre de 2011

We the people

En esta fecha tan señalada voy a daros una clase-chapa sobre la Constitución. Esto de leerse los libros de Historia de los críos en el cole es lo que tiene, que aprendes y entiendes mejor a esta gente. Allá vamos.

Aquí la libertad es lo fundamental. Los primeros europeos que vinieron a América (españoles aparte) querían libertad religiosa. Se instalaron y, como estaban tan lejos, podían hacer un poco lo que querían. 150 años después, en 1776, las 13 colonias en las que se han organizado se declaran independientes de Reino Unido. Cada colonia está asociada a las otras, pero quiere seguir siendo libre. En una palabra, poder cortar el bacalao. Para tener algo de fuerza deciden unirse y preparan una primera constitución en 1777. Básicamente se declaraban amigos unos de otros y establecían un Congreso que tenía capacidad para llevar los Asuntos Exteriores, mantener un ejército, pedir dinero a cada Estado y emitir moneda.

El caso es que al poco ese chiringuito se les fue a paseo. Porque cada Estado hacía lo que le salía del pie. Y el Congreso no tenía prácticamente fuerza, de tan independientes que querían ser todos. Cómo debía ser, que para aprobar cualquier cosita, tenía que haber unanimidad. Así que todo se les bloqueaba. Lo mismito les pasó a los indignados del 15M, que no habían leído que lo de aprobar por unanimidad lo habían intentado ya los americanos y no funcionaba.

Así que en 1787 prepararon una segunda Constitución. Esta sí, la buena de verdad. Para eso encargaron a un señor, James Madison, que preparara un poco el invento. El tal Madison se puso a chapar Historia. Leyó sobre todo tipo de gobiernos contemporáneos y pasados, sobre sistemas económicos y políticos. El tío se lo debió currar bastante, tenía cara de pensar mucho.



Madison decidió que el mejor sistema para garantizar la libertad de la gente era una República. Pero como en el pasado habían fallado algo, había que mejorarla sin por ello joderle la marrana a la gente y que perdieran libertades. Delicado equilibrio. Así preparó un sistema de 3 poderes, como la mayor parte de los sistemas democráticos actuales: ejecutivo, legislativo y judicial.

Para dirigir el ejecutivo el Congreso eligió por unanimidad a George Washington, un general retirado. Y ahora, sí, ya empezó a medio funcionar la cosa. Ya no hacía falta aprobar las cosas por unanimidad, y poco a poco pusieron todo el chiringo en marcha.

El sistema, en teoría, debía funcionar muy bien. Peero, todos los sistemas políticos pueden estropearse. Y les pasó. Después de varias crisis fueron dando cada vez más poderes al Presidente. Y los primeros lo usaron para servir a la Nación. Pero los siguientes... bueno, pues no lo hicieron tan bien.

Aun así, el americano medio piensa que la Constitución sigue siendo la ley que garantiza su libertad. Porque esta es la tierra de la libertad, y el Gobierno velará porque nadie se la arrebate. Y este sistema es tan bueno, está tan bien pensado, que deberían usarlo todos los países del mundo mundial. Ala, a invadir, no vamos a guardarnos tantos beneficios para nosotros solos.

Y si en algún momento falla un poquito, no hay problema. Montan una enmienda y ya está. ¿Una enmienda? Sí. Para modificar la Constitución sin tener que poner el país patas arriba como en España, tienen un sistema de modificaciones. Así que el buen americano, después de leerse los 7 artículos de la Constitución, tiene que aprenderse también las 27 modificaciones posteriores que se le han hecho.

Lo más cachondo es que algunas de las modificaciones están anuladas por modificaciones posteriores. Pero hay que seguir estudiándolas. ¿Enmiendas famosas?

La II, que les permite llevar armas. Esta se hizo para que pudieran defenderse de los británicos, de los indios, de los osos, y de los vecinos molestos. Ahora algunos creen que se puede seguir usando así.

La V. Cuando al malo le enganchan y grita ¡Me acojo a la 5ª enmienda! quiere decir que quiere ser juzgado por un jurado.

La XIV que abole la esclavitud.

Y la XVIII, que prohíbe en 1919 el alcohol, con lo que fomentan las mafias, gangsters... vamos, Chicago años 20. Luego será suprimida por la XXI en 1933.

En fin, que siguen modificando su sistema a base de parches. Pero siempre siempre siempre, teniendo en cuenta que lo más sagrado e importante de esta tierra (al menos en teoría) es la LIBERTAD.



P.D: Hay un fragmento muy cachondo sobre cómo funciona el Congreso en EEUU en, cómo no, los Simpsons. Temporada 3, "La familia va a Washington". Cuenta cómo debe ser esto en la práctica. Lo buscáis y lo veis, que yo ya me he cansado. Ala.

2 comentarios:

  1. Me hace gracia que la Unión Europea también tiene por ahora un presidente fantoche y unanimidad necesaria en las decisiones relevantes... La historia siempre trae lecciones interesantes.

    Oye, y la libertad siempre es un buen objetivo. Aunque me parece que la paja en el ojo propio les cuesta un poco, ¿no?

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  2. Ya ves, y eso que aquí están todo el día anunciando lo que sea con el apelativo de "... de la libertad": coches, casas, lo que sea, pero 100% operado por americanos, los auténticos hombres libres

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