domingo, 11 de diciembre de 2011

Alto, policía

Bueno, bueno, bueno. Menuda liada que pudimos ver el viernes. Todo comenzó hará como una semana, cuando en la carretera vimos anunciado: "Próximo viernes, control de alcoholemia en la US1, de 9 a 2 de la madrugada. Evite retrasos".

Y, claro, ya pensamos: y estos memos, ¿para qué te avisan de que va a haber un control? Te lo vas a poder saltar...

El caso es que aquí en EEUU, tierra de la libertad, tienes derecho a que la policía te informe de que va a realizar un control. Tienen que avisarlo con tiempo y decir dónde y cuándo se va a realizar, para que estés puntual a la cita. Si no, no vale. De hecho, una vez tú ves el control, tienes derecho a evitarlo haciendo una maniobra legal. Por ejemplo, si ves un control a 50 metros y puedes girar, tienes derecho a hacerlo. Igualito que en España, que los controles te los encuentras de sopetón y no hay tu tía: pasas, o pasas.

En fin, que estábamos un tanto extrañados. El viernes por la noche lo entendimos todo. Salimos a dar una vuelta andando (somos los únicos que lo hacemos, vagabundos aparte), y empezamos a ver muchos coches de policía local y de los State troopers, la policía del Estado. Joder, cuánto coche, cuánta policía, qué pasa hoy... Al volver de nuestra vuelta nos encontramos, enfrente de casa, algo similar a esto:



La carretera de 3 carriles por sentido estaba cortada, habían puesto varias chicanes que había que hacer para pasar por el control. Y empezamos a contar y, grosso modo, estos eran los recursos con los que contaban:

- Unos 50 coches de policía, todos con las luces dadas.
- Dos autobuses de Hospital de Campaña.
- Varias furgonetas para transportar detenidos, por si encontraban a alguien buscado en 6 estados. Debieron encontrar a uno. Te están avisando desde hace una semana que va a haber un control policial, y tú, buscado en 6 estados, decides pasar por ahí. Eres tonto, tío.
- Un camión de servicios legales.
- Unas 50 motos de policía.
- Conos naranjas por todas partes.
- Cinta amarilla que ponía: Caution!
- Sillas para los policías.
- Botellas de agua.
- Generadores y varias torres de focos.
- Un helicóptero que parecía el Ojo de Sauron, con un foco que debía andar buscando el anillo único.
- Varios perros policía. Rex, un policía diferente, también estaba allí.
- 150 policías entre locales, del condado y estatales.

Aparte, claro, las 4 furgonetas, con antenas en el techo, de las respectivas cadenas de televisión que estaban cubriendo el evento. Derecho a la información se llama. Aquello con tanta luz, fiesta, watios y sonido, parecía Pachá Ibiza. Menuda fiesta. La gente hacía cola con el coche para entrar. Había un atasco de aquí a Lima.

Ya en casa, intenté desde el balcón hacer una foto. Hablé con un vecino que me confirmó que aquello era normal, y que me bajara al lío a sacarles fotos a los policías. Su argumento, contundente: "Este es un país libre". Sí, claro, estoy yo como para bajarme a sacarle foto a tanto policía en la jeta, para que me paren y me pidan los papeles, o acabe en comisaría interrogado por espía comunista. Son capaces de deportarme, y encima pasarme luego la factura.



Esto es todo lo que pude hacer: una caca de foto. Desde luego fue toda una experiencia contemplar, con henchido orgullo patriótico, la capacidad de las fuerzas del orden de este país. Ahora nos explicamos cómo narices son capaces de montar esas persecuciones de 1 malo, 30 coches de policía, el helicóptero iluminando, y la televisión informando en directo: lo tienen todo preparado, sólo tienen que esperar al malo, y que empiece la función.



Aunque no seáis astutos políglotas, aquí va la noticia del suceso. Atentos a la señora que llevó galletas caseras a los agentes para que "recordaran a su hija asesinada por un conductor borracho" mientras hacían su trabajo. "Hay que detener a los posibles conductores temerarios antes de que causen otra desgracia en otra familia".

Ahí queda eso.

2 comentarios:

  1. Supongo que al proscrito que detuvieron lo ejecutaron allí mismo por imbécil, no?

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  2. No sé. Aunque dieran ganas de darle una paliza seguramente "el procedimiento habitual" diría otra cosa.

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