miércoles, 17 de agosto de 2011

Level up!


Ya soy caballero con armadura de nivel 2. Y diréis, ¿y esta gilipollez? Pues sí, parecía una tontá enorme, pero no... después de grandes aventuras, ha llegado por fin a mí el grial de... INTERNET.

Ya tengo mi flamante internet de 12Mbps en casa. Os contaré la divertida historia de Internet, AT&T (sustitúyase por cualquier operador español), y el servicio de atención al cliente.

Hace unos días fui a encargar internet. Aunque yo no quería pagar mucho, un mago de nivel 14 me engatusó con sus malas artes y me convenció de que lo mejor, lo mejor, no era una ADSL de 3Mbps de 20$. Lo mejor era una U-verse high internet agromenagüer de 12 por SOLO 44$. Intentó confundirme con su verborrea, que entendí a duras penas gracias a mi oscuro pasado ingenieril. El caso es que salí de ahí convencidísimo de haber comprado lo mejor del mundo mundial.

Y ahí empezó toda la odisea. Supuestamente, una semana después tenía yo que recibir un modem matadragones en mi domicilio. Y en vez de eso, el lemming de correos correspondiente me entregó un sobre en el que se me explicaba, con pelos y señales, cómo conectar mi nuevo router, de qué color era y qué talla usaba... pero lo que no había era un router.

Primera llamada al servicio técnico: "Hola, que no me ha llegado el router". Después de pasar por un cuestionario "por su seguridad" me atienden y me dicen que no, que me llegará mañana.

Día siguiente, viernes, 12 de agosto. Día D. La hora H, las 20:00, hora en la que puedo activar mi servicio. Espero, espero, espero... y lo único que recibo es una carta minúscula recordándome las bondades del servicio que acabo de contratar.

Segunda llamada. Resultado: un goblin insultándome prometiendo que no me van a dejar en la estacada, y que antes de las 20:00 tengo mi modem. Peeero que no me ha llegado porque tiene que venir por UPS, y no por USPS (mensajería privada vs. servicio de correos público respectivamente).

Veo pasar el camión de UPS. Entra el paladín repartidor en mi edificio. Sale, y no tengo router. Tercera llamada. Resultado: después de 30 minutos hablando con un tío me pasan con una mema. La mema en cuestión me da unos números de seguimiento del paquete del router. Y yo, como un buen memo, le creo. Poco después descubro que era el número de lo que ya me habían entregado. Cuando me doy cuenta del error... ya son más de las 19. El servicio de atención al cliente ha cerrado.

Después del fin de semana, el lunes, martes y miércoles han transcurrido con otras muchas llamadas eternas. Hoy, por fin, han venido a instalármelo. Menos mal. Y funciona, ¡funciona! Me siento como Sir Arthur lanzando rayos con su armadura de oro. Qué friki el Ghouls 'n Ghosts. Cada vez que me acuerdo del juego, me acuerdo de uno que tardó 17 años en pasarse la primera parte, el Ghost 'n Goblins, sin continuar.


El caso es que esta conexión me va a servir de mucho, porque aquí las distancias son enormes, y tener internet ayuda. Te puede ahorrar tiempo y mucho dinero. Este típico equipamiento, unido a mi carné de conducir, mi tarjeta de débito y mi cama tamaño Queen Size me hacen casi casi un americano de pro. Ya sólo me falta encontrar el coche.

La buena noticia: esta mañana me he deslizado por los pasillos del colegio a primera hora y he arreglado la fotocopiadora. Menos mal. Se ha vuelto a joder 3 horas después, pero esta vez no por mi culpa. Aun así, lo de la fotocopiadora rota debe ser el pan nuestro de cada día.

Os iré contando cosas más a menudo a partir de ahora. Y a ver si llega Marga y os podemos ilustrar con algunas buenas fotos.

1 comentario:

  1. Ña! Ya te tengo en el reader para seguirte a diario. Veo que ya has saboreado dos de los mercados donde más se roba: telecomunicaciones y coches usados. Sólo te falta hacerte un seguro y comprar farlopa y ya tienes el Poker Pirata

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