jueves, 29 de septiembre de 2011

El país de la sardinita

Érase una vez una foca a la que cada vez que aplaudía le daban una sardinita. La foca aprendió a que si aplaudía, y aplaudía bien, cada vez que se lo mandaban, conseguiría llenar el buche con sabrosas sardinitas. Hasta tal punto que aprendió a saltar, hablar, hacer equilibrio con una pelota en la punta del hocico, bailar e incluso a dar besos por conseguir sardinitas.

Ahora, poned en funcionamiento vuestra imaginación, y cambiad a la sardinita por un diploma o pegatina para el coche de tu padre y a la foca por un niño americano. De esta manera entenderéis cómo funcionan aquí la mayor parte de las cosas. ¿Tendrán algún día para festejar a San Skinner? Porque es el que les dio la clave para controlar todo el chiringuito.

En fin, a lo que iba. El caso es que aquí cualquier cosa bien hecha que haga un niño o empleado tendrá a cambio una recompensa. Para los adultos es muy fácil porque basta con nombrarles "el empleado del mes" y darle un diplomita o poner una foto de su jeta en uno de los pasillos de la empresa. Pero a los niños hay que comprarles con algo más vistoso y hoy hemos estado en una tienda para profesores en la que existían miles de artículos destinados a este propósito.

Existen miles de pegatinas de colores con frases como "Good job!" o "Excellent!" y caras de muñequitos sonrientes que el teacher te pega en el cuaderno, o papelitos con la forma de premio para que presumas, o sellos en los que viene inscrita tu hazaña, o estrellitas de colores, o yo qué sé... de todo, incluso pegatinas para el coche con las que los padres pueden fardar de que su hijo es el mejor de la clase.



También hay diplomitas de papel donde vienen inscritas un montón de frases de diferentes tipos referentes a cada una de las tareas que el chaval ha podido hacer bien.




El caso es que en determinado momento tuvieron que prohibir el que los profesores les dieran chuches por responder correctamente porque empezó a haber casos de dependencia al azúcar, jeje, y no es coña.

Total, que mirando por la tienda, hemos visto que vendían uniformes, accesorios y libros de las Girl Scout. Y adivinad qué: el tema de las insignias de las especialidades (los que sois scouts sabréis a qué me refiero) sirven exactamente para lo mismo. Las niñas scout curran y curran por el afán de conseguir todas las insignias posibles, igual que el niño de Up! Eso sí, las insignias molan mogollón, hay unas ciento y pico por cada sección y te las vas cosiendo en una banda o en un chaleco. Alucinante... no nos hemos podido resistir y nos hemos comprado el libro de especialidades del equivalente a los lobatos. Dan ganas de sacárselas todas. (Ahí os dejamos el enlace por si os queréis entretener: www.girlscoutshop.com)



¿Habremos caído también en la trampa de la sardinita?

1 comentario: