viernes, 30 de septiembre de 2011

La maquinita del dinero

Esto es América, señores. Hoy os vamos a hablar de algo en lo que, comparado con los americanos, estamos en la Edad de Piedra.

Todos nos hemos echado las manos a la cabeza alguna vez cuando a algún listo de las pelotas suelta la fabulosa idea de... "¿Y si para sacar el dinero que necesitamos, vendemos papeletas de Lotería?". Frase que en nuestra más tierna infancia suponía un taco de 500 papeletas y perseguir a todos los vecinos sin conseguir nada. Los expertos ya pasaban de perseguir a vecinos y familiares y directamente enchufaban las papeletas a su madre para que las vendiera en el trabajo. Hoy, ante nuestra puerta, ha aparecido un tierno púber sudoroso que manejaba estas pequeñas maravillas. No hemos comprado nada, porque ya las habíamos visto antes. Que se vaya a perseguir a su tía.

El caso es que los americanos son hábiles comerciantes por naturaleza. Y son expertos en sacar pasta de donde no la hay. Lo llaman: FUNDRAISER, o maquinita del dinero. Preparan todo tipo de actos: desde los políticos que te sirven un zumito por $100, hasta obras de teatro de barrio en la que compras la entrada a precio de Palco en el Teatro Real. Pero la base son estos artilugios que poseía nuestro zagal.

El invento funciona así: tú vas a las tiendas de tu barrio, les preguntas si quieren un montón de clientes a cambio de un descuento, envías la información a una empresa y ésta te envía unas molonas tarjetas de plástico (igual que las de crédito, pero sin banda) con tu logotipo y en el reverso todos los descuentos que te has buscado.



Ahora viene la segunda fase: engañas a todos tus familiares que pagan 10 o 20 dólares por la tarjeta con los descuentos. Tú te llevas entre un 60 y un 90% de las ventas, el resto se lo saca la empresa de las tarjetas, y las tiendas del barrio casi no tienen que ofrecer los descuentos porque la tarjeta termina en un cajón, hasta que alguien la encuentra caducada del día anterior. Todos ganan.

A esto además le puedes empezar a añadir opciones. La que ha elegido mi colegio me dejó flipado. Los tíos se habían montado un esquema de comisiones por venta. Casi igual que el que tenía la empresa donde trabajé en España. La mejor clase se lleva una fiesta en la bolera, la segunda una fiesta en la pizzería y la tercera, no me acuerdo. Y... había comisiones para los mejores vendedores. El primero, un iPod touch, el 2º una DS y el 3º un ticket regalo de $100 en otra tienda. Flipante.

Así que si a todo esto le añades una buena ración de carteles por toda la escuela para motivar al personal, y un buen acto de lanzamiento de las tarjetas, nos encontramos con que has convertido a 500 niños en agresivos comerciales. El objetivo del cole es sacar $250,000 dólares este año (para pagar asistentes en todas las clases), y tal y como van, estoy convencido de que lo van a conseguir.

Adiós papeletas rancias. Hola tarjetas-descuento.

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