domingo, 8 de enero de 2012

Está bueno este carrito

Ya estamos de vuelta con todos vosotros. ¡Habéis tardado mucho! Sí, bueno, han sido dos semanas de ausencia. Pero menudas dos semanas, llenas de aventuracas y chorradas como pianos. Os van a sorprender. Vamos a empezar con una buena, la que nos ha pasado este fin de semana.

La idea era sencilla: aumentar los beneficios de Disney y la Universal. Traducción: corrernos unas juergas en los parques temáticos de Orlando. Saldríamos el jueves 5 por la tarde y el viernes y sábado serían días de desenfreno, para volver tranquilos el domingo. Menudo plan, menos aburrimiento hemos tenido de todo, pero no precisamente por los parques.

El día 5, salimos tan contentos, con nuestro carrito, que está bueno según nuestro cubano amigo Tony el mecánico. Venían también nuestras amigas Gema y Laura, que nos han estado visitando estos días. Marga va al volante y yo de copiloto. Los ánimos están exaltados y la gasolina algo baja. Empieza la fiesta.

- Oye, me ha saltado una luz, alguien no lleva el cinturón.
- Mmm.
- Ah, no, que es el airbag.
- Mmm.
- Ah, no, que es la gasolina.
- Esto...
- ¡Argh! ¡Ya no funciona ninguna aguja!

Sí. Nuestro coche había decidido tomarse unas vacaciones. Bueno, el cuadro de luces. Y, claro, comienza el acojone. ¿Qué hacemos? A ver si es la gasolina, qué pasa...

Todo esto atardeciendo ya. Decidimos salir en la siguiente salida y es entonces cuando al motor le da el subidón, y se nos hace el machote poniéndose a 5000 revoluciones. Acojone in crescendo. ¿Qué pasa? Voy a parar. ¡Prueba a frenar primero! ¡Vamos a palmar! Para aquí. No, aquí no te pares, que no volvemos a arrancar. Todo esto con un megatodoterreno comiéndonos el culo. Al final paramos, y después de comprobar que todo parecía que iba bien, decidimos buscar ayuda antes de que anocheciera.

Después de preguntar en una gasolinera nos enteramos de que hay un taller digno como a 5 millas de ahí. Buscando encontramos otro taller rancio en medio de la carretera. ¡Voy a parar aquí, que se hace de noche! Error. Nos atiende Cletus.




- Necesitamos ayuda, nuestro coche está haciendo cosas raras.
- Ufff... ya es muy tarde. Hasta mañana no voy a poder mirar nada. (rascándose la entrepierna)
- ¿Qué puede ser, nos ha pasado esto y lo otro?
- Ufff, no lo sé. ¡Pueden ser tantas cosas! (sonrisa desdentada)

Después de la confianza que nos transmitía, probamos a seguir buscando el taller fantasma, cuando... empieza a encenderse el piloto de batería. Buuuffff... Al final, en a tomar por culo descubrimos el taller: los fabulosos Pep Boys, taller famoso (¡los Simpsons ya los conocían!).



Y los reales...



Después de explicarles lo que nos pasa nos dice el tipo: eso va a ser el alternador. Mueve el coche aquí. Arranco y... muerto. En fin, tres horas y 500 dolarazos después nos devuelven el carrito con un nuevo alternador y el problema solucionado.

A las 10 de la noche, de nuevo en la carretera y tan contentos ponemos al gran Elvis en la radio para celebrarlo y... se vuelve a encender el piloto de batería. Acojone mayúsculo: En una carretera que no conocemos, de noche, con iluminación nula, cansados, y a 3 horas aún de nuestro destino... no teníamos muchas opciones. Nos paramos en un motel de carretera ante el peligro de quedarnos sin luces. ¡Un motel! ¡Para aquí! Esto es muy caro. ¡Da igual!

El caso es que queríamos ahorrar un poco y por eso viajamos en nuestro carrito. Ahí va la factura: reparación del alternador - $500; motel de carretera - $130; el acojone de matarnos - no tiene precio.

Ahí no se acabaron nuestras sorpresas. Pero eso os lo contaremos mañana, que estamos agotadísimos.

1 comentario:

  1. Dios, que miedo!! sólo faltaba que en el hotel n tipo con un garfio en la mano y una mascara rara os hubiese llamado para gemiros por el teléfono, madre mía jajajaja

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