jueves, 13 de octubre de 2011

Dime de qué presumes...

Piensa rápido en un símbolo, un monumento que represente a los americanos y sus ideales. Algo que lo veas y digas: América. ¿Lo tienes? A ver si hemos acertado...


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Bueno, pues aquí está, la estatua de la libertad. Este es el país de los hombres libres, el país de las oportunidades, donde todos pueden decir lo que quieran y pensar como quieran. La teoría es muy bonita. Lo que nos vamos encontrando en la práctica últimamente no lo es tanto.



La noticia que nos han contado hoy es un ejemplo. En un colegio de Hialeah, un barrio de emigrantes cubanos, contrarios al régimen en su mayoría, los niños estaban celebrando el mes de la herencia hispana. Uno de los zagales preparó un típico trabajo en una cartulina con fotos recortadas sobre Cuba. Y entre las fotos había una de Raúl Castro.

El profesor cuelga todos los carteles en el pasillo, y un par de días después un padre que pasa por ahí, ve la foto de Raúl Castro y se indigna. Y como le parece inmoral que esa foto aparezca ahí, no se le ocurre nada mejor que pedirle al profesor que la retire. Al negarse el profesor, el padre decide llamar a la radio. Se empieza a liar una que para qué, porque la radio emite la queja. Y al final, el alcalde del barrio termina yendo al colegio, a ver qué pasa, a solicitar que se retire el póster (hecho por un niño que recorta fotos, no lo olvidemos) porque es ofensivo. No sabemos cómo termina la historia.

No deja de ser curioso que en un país que presume de libertad, alguien se enfade porque aparece la foto de un Jefe de Estado en un trabajo de un niño. Vamos a ver. Puede ser lo que usted quiera que sea, bueno, malo, un ángel o el mismísimo demonio. Pero no deja de ser el jefe de estado reconocido por el resto de países del mundo. Sobre si llegó ahí por las buenas o las malas se puede discutir, pero es un jefe de estado, es lo que hay. Así que no puede uno enfadarse porque le planten una foto de una realidad. Y si se enfada, tiene un problema serio. Porque para tomarse el trabajo de un niño como una ofensa... hay que ser un niño.

En fin, que ejemplos como éstos estamos viendo muchos. Aquí todos son libres, pero tienen la susceptibilidad tan a flor de piel, que una de las palabras más comunes de su vocabulario es "offensive", y una de las profesiones más habituales es la abogacía. Al final, quizá va a ser que no son tan libres como parece... Qué bien se vende esta gente.

2 comentarios:

  1. Sólo puedo decir: qué coñazo de gente. Pero, de todos modos, el tema cubano en Florida será especialmente susceptible entre lo susceptible, ¿no?

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  2. Sí, aquí no les gusta ni pizquita hablar de esas cosas. Hablan sobre Cuba muchísimo, y comentan que "bueno, con la situación que hay ahora", pero no les menciones el nombre del dirigente. Nunca pronuncian el nombre de quientuyasabes.

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