martes, 25 de octubre de 2011

Que te calles, niño

Todos hemos vivido la siguiente escena: vas con tu madre de visita a ver a alguien.

- Uy, que niño tan guapo, ¿te gustan los caramelos?
- Sí, le encantan.
- ¡No, no me gustan los que tú me das, y a mi mamá tampoco!
- Que te calles niño.

También tenemos la variante en la que tu madre sonríe, y al iros te aprieta del brazo a la altura del codo mientras te dice: "No vuelvas a dejarme en evidencia" o "no seas impertinente".

Pues en Philadelphia a la peña le molaba este rollo. Bueno, no será porque viéramos muchos niños, que los había pocos. Más bien era porque en algunos sitios les gustaba que las cosas estuvieran en silencio. Vamos, el clásico cállate niño que estás más guapo. ¿Y en qué basamos nuestra suposición? En primer lugar, en que en general en los sitios la gente solía estar bastante callada, nada que ver con España.

Pero en segundo lugar, porque, atención, encontramos esto en un vagón de tren. Os presentamos el "CualleRai" .



El QR es un vagón de cercanías donde no se puede hablar. Sí, así, como suena. ¿Te despiertas con dolor de cabeza? No hay problema, te subes en el QR. ¿Te has encontrado al amigo que siempre te da la brasa? Le llevas sibilinamente al QR. Vamos a traducir algunas de las sugerencias que tienen:
- No se puede usar el teléfono para hacer llamadas.
- Hay que usar cascos para escuchar música.
- Las conversaciones, de haberlas, deben ser en susurros y muy breves.

Grandes preguntas nos acechan: ¿cómo consigues que la gente lo cumpla? ¿te chivas al revisor si alguien habla? ¿te tienes que chivar bajito o puedes levantar la mano? ¿podrás denunciar a tu vecino de asiento como en los partidos de fútbol americano? ¿tan harta está esta gente de usar el Cercanías? Debe ser, porque el centro de Philadelphia era algo más parecido a las ciudades europeas: muchos edificios, grandes avenidas y poco espacio para aparcar, muy diferente de Miami. Así teníamos a todo el mundo caminando y, por tanto, ¡demasiado expuestos al peligro del ruido ambiental! Normal que tengan que crear sus pequeños remansos de paz.

Os dejamos con una de las fotos que sacamos allí, ya os iremos enseñando más. Y aunque nos notamos algo fondones de no andar, nos pareció bonito, suponemos que el NY de las pelis será similar. Mañana más.



P.D: Sí, vale, ha sido una chorradaca de entrada. Pero estamos de evaluación, yo poniendo notas y Marga con exámenes. Ale, a zurrir mierdas con un látigo todos.

1 comentario:

  1. Me cuenta Vero que en los trenes ingleses también existen estos vagones. Hace poco estuvieron allí y se metieron accidentalmente en uno, vamos, como vosotros.

    ResponderEliminar