viernes, 7 de octubre de 2011

Red Code

Menudo mes de octubre más movidito. Hoy he podido vivir otra americanada en mis carnes. Un gran clásico del sistema educativo: un auténtico CÓDIGO ROJO. Pero uno real, no un simulacro.

Después de las clases, cuando se quedan los de extraescolares, hemos tenido claustro. Y justo cuando nos íbamos, se ha oído por megafonía algo así como inside the building, pero no se oía bien porque estábamos todos hablando. Total, que era un Red Code.

Resulta que en el exterior del colegio se habían oído unos disparos y un policía que pasaba por ahí ha dicho que todos para dentro y que se declarara un código rojo.

Cuando sale una cosa así, aquí hay que:

1) Cerrar todos los accesos al colegio.
2) Meterse en el aula más cercana y cerrar con llave.
3) Apagar las luces, cerrar las persianas y alejarse de puertas y ventanas.
4) Permanecer en silencio hasta que se declare levantado el código rojo.

Todo esto por si al que ha disparado le da por entrar en el colegio a seguir cargándose peña.

Total, que como no lo hemos oído muy bien, al poco alguien ha dicho: "¡A las clases, venga, venga!" Y los profesores con los que íbamos han corrido hasta sus madrigueras cual perritos de las praderas. A mí me daba la risa, la verdad, aunque seguramente mi vida estaría en peligro, no sé...



No sé qué me preocupa más, que esta gente actúe como perritos de las praderas o que tengan que hacerlo porque muchas vidas corren peligro real. Pero mira, nos hemos metido en nuestro despacho, y ahí nos hemos tirado a oscuras casi 1 hora. Menos mal que teníamos la ayuda de Internet, bendito Internet, que entre eso y corregir exámenes se nos ha pasado rápido.

Al final, ya ha empezado a aparecer la policía y una ambulancia. Había debido ser alguna riña familiar, que me imagino que resuelven con un par de tiros y todos tan contentos. Si no hay víctimas, claro.

Por fin ha llegado la policía, ha visto que no habia peligro, y nos ha dejado salir. Pero lo mejor de todo, cuando he salido, nuestro amigo el policía estaba haciendo exactamente esto:



¡Se estaba comiendo una rosquilla que habían vendido unos niños por la mañana! Disfrutaba del deber cumplido. Dios bendiga América.

2 comentarios:

  1. Epico, no se me ocurre otro comentario, josu, epico...

    ResponderEliminar
  2. ¿Qué parte? ¿El código rojo, o el policía comiendo rosquillas? La diferencia con la realidad es que el nuestro estaba cachas. Por lo demás, era igual.

    ResponderEliminar