jueves, 17 de noviembre de 2011

Americanos sobre alas

No es oro todo lo que reluce. Ya os estuvimos contando hace tiempo que los viajes en avión son caros de narices. Como últimamente nos ha dado por dejarnos los cuartos en viajar, nos estamos pasando muchas horas metidos en aviones. Y, claro, empezamos a leernos con fruición todas las publicaciones que encontramos ahí.

El primer folletín que encontramos es el de la comida. Sí, amigos, los americanos son tan o más rancios que los europeos y no te echan ni unos panchitos para comer. Eso sí, te ponen una hamburguesa ridícula a precio de oro (10 dolarazos). Y encima, un triste chef sonriente que ha "diseñado un menú de altura". Como no sea la de la factura que me estás clavando, no sé de qué altura hablas...

En fin, seguimos admirando las revistas. Y nos encontramos con una completísima revista llena de artículos gañanes. La teletienda, ¡desde tu propia butaca! Nos llamó mucho la atención (leer con voz de anuncio de Micro-Machines):

la bata-manta; el sofá para perros; un organizador de ropa plegable para descolgar del armario y meter en la maleta tal cual; un repele-ácaros electrónico; una tapa de váter que se abre con sensor; una silla plegable gigante; una cometa para ir en monopatín; el último grito en artículos navideños; un palo para quitar la nieve del tejado; un mono-esquijama con abertura para el culo; braga-fajas varias; una empresa que te envía una caja con plastilina pa que pises y te hagas las plantillas sin necesidad de ir al podólogo; una jirafa para poner el papel higiénico; una hélice; un espejo con bigotes varios pintados; una réplica de la silla de Tutankamon; un crecepelo láser, con el antes y después de una señora alopécica, y... una almohada-airbag, que se apoya en la mesita, para sobarte mientras vas en el avión. Simplemente demencial. Y así, chorrada tras chorrada, ¡durante más de 200 páginas! Una revista que haría las delicias de cualquiera en el tiempo libre de campamento.


(Este no está dormido, está mareado de tanto soplar airbag)

La siguiente publicación, al estilo suplemento dominical, que pasaría desapercibida si no fuera por la imaginación desbordante que emplea a la hora de ilustrar al sufrido americano sobre la geografía española. Ahí tenéis el ejemplo. Sabemos que la plantilla de las ciudades se le movió, Coruña está flotando, pero no conseguimos encontrar cómo se les ha movido. Es para ponérselo a los críos como ejercicio de Geografía. A ver si encontráis León, Vitoria y la ciudad de Asturias.



Pero la mejor parte está por llegar. A mi me da por tocar todo lo que veo, así que cuando enganché las instrucciones de emergencia, encontré todo un mundo por explorar. Las imágenes más bizarras, antiguas y absurdas que he encontrado nunca en avión alguno. Os presento dos ejemplos, sacados del folleto, de auténtico coraje y valor. Dos personas, que saben afrontar con entereza y serenidad el trágico accidente de su avión. Ahí van el hombre-muellín y la mujer sin sonrisa (su ilusión era morir en un avión pero no lo consiguió). Ahora sí sé qué debo hacer.



2 comentarios:

  1. jajajajaja que bueno lo de las ciudades, aunque ahora mismo yo no sabría colocar la mitad de las suyas en el mapa...

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