lunes, 11 de junio de 2012

El gañán y la tierra: Grand Teton

"La gran teta" es un Parque Nacional al sur de Yellowstone. Su nombre viene de los primeros cazadores que se adentraron en ese territorio, y que rápidamente compararon las montañas con unos pechámenes, qué cachondos los tíos...

El caso es que este es un Parque brutal, con unos paisajes impresionantes. Es básicamente un valle (Jackson Hole, el agujero de Jackson) todo planico, planico... y de repente te aparecen unas montañas que en un pliqui se elevan más de 1500 metros por encima del valle, hasta superar algunas los 4000 metros. Una locura.



La típica foto de las montañas con el laguito, todo muy bucólico... aquí es perfecta. Lo mejor es poner un ejemplo (no lo cuento, lo hago, como Goyo Jiménez).



El inconveniente de un valle como éste es que, al estar entre montañas, el tiempo en invierno es un asco. Y con temperaturas medias de -25ºC, 1 metro de nieve 5 meses al año y poco espacio para el ganado, los primeros que se acercaron por aquí a finales del XIX fueron los mormones. Creo que debían llamarse Pedro, Heidi y "abuelo".



Con inviernos tan duros, aunque lo intentaron, no se consiguió poblar el valle en condiciones, y por eso, y con la ayuda de Rockefeller, que fue comprando tierras, se consiguió transformar esto en Parque Nacional. Por eso hoy en día en el Parque se puede ver muchísima vida salvaje. Y, claro, hay osos. Así que no puede extrañarnos encontrar carteles como este por ahí:



Además de ver vida salvaje, el Parque es muy famoso por sus rutas para caminar o ir en bici. Una de las rutas favoritas parte del Lago Jenny, al pie de una montaña que te dicen que vas a subir, pero lo que en realidad estás subiendo es un moquito que hay al pie de la montaña (en el centro de la foto, bajo la montaña de la derecha), porque la montaña de la izquierda tiene 3600 metros, y el lago está a 2000 metros. Y para subir todo eso en un día hay que tener mucho spray de osos, y unos pulmones de repuesto.



Nosotros, tan contentos, quisimos ir andando hasta ahí, pero al final, viendo que íbamos a caminar 3 kilómetros entre bosques, preferimos cambiar bosques y osos por barco y turistas. Aun así, la excursión (no es ni una marcha en condiciones), estuvo muy bien, nos recordó mucho a la montaña en España.



En fin, un Parque muy diferente de Yellowstone, que lo complementa perfectamente, y que nos recordó, por muchos paisajes y olores, que España es como una maqueta de EEUU.

Pasado mañana volveremos ya a Miami. Canadá es una pasada, ya os contaremos. Y, lo mejor de todo, sólo queda una semana para que volvamos a España. ¡A ver si nos da tiempo a escribir todas las chorradas que tenemos pendientes!

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