martes, 19 de junio de 2012

Muchachada around the world. Hoy... Quebec

Vamos con nuestro último destino por estas tierras americanas. Hemos dejado lo mejor para el final, hoy tenemos el placer de presentaros una de las ciudades más bonitas de todo Norteamérica, Patrimonio de la Humanidad desde 1985: Quebec.

Quebec es una pequeña ciudad del noreste de Canadá. La ciudad está situada sobre un risco en la orilla del río San Lorenzo. Está situada de tal forma que es imposible pasar por el río sin el permiso de la ciudad. Por la geografía de Canadá esto suponía que Quebec era una ciudad fundamental para el que quisiera controlar todo el este del país.

Su situación hacía muy difícil tomarla, hasta que en 1759 los ingleses desembarcaron por sorpresa en tierra, y pillaron desprevenidos a los franceses, tomando la ciudadela en 15 minutos. Los franceses nunca aceptaron el dominio británico, y por eso hoy en día en la ciudad se habla francés, tanto que se habla así así el inglés.

Vamos con la ciudad en sí. La parte antigua está dividida en dos: la alta y la baja. En la alta tenemos la ciudadela, las murallas, el palacio y varios palacetes de muy buen ver. En la parte baja tenemos la zona del puerto, y algunas callejuelas muy curiosas. Y conectando las dos partes tenemos las escaleras más famosas de la ciudad: las rompecuellos. 




Estas escaleras en invierno se llenan de nieve y se congelan, de ahí su nombre. Hay varias alternativas: cuestas y un funicular pequeñito. 




La parte alta


La parte alta es la más señorial de la ciudad. Está muy bien conservado. Todos los edificios siguen una estética similar a la europea. El centro de la parte alta es el Château Frontenac, un palacio inmenso, actualmente hotel. Es la típica imagen de Quebec, tan típica que Marga la recordaba de la lección 1 de su libro de francés. 




Alrededor del palacio hay montones de calles y callejuelas, llenas ahora de hoteles "con encanto" y restaurantes. Bueno, sí, la verdad es que tienen mucho encanto, porque toda la ciudad tiene una atmósfera como de cuento. 




La ciudadela está en el extremo de la parte alta. Después de tomarla, los ingleses se pusieron a modernizarla (para defenderse de los americanos), e hicieron la típica ciudadela con torres en punta de diamante. Para entendernos, algo parecido a la ciudadela de Pamplona. La ciudadela tiene las mejores vistas de la ciudad y puede visitarse, pero sólo con visita guiada, porque es una base militar en activo. Ahí tenéis la prueba: unos señores militares tomándose en su descanso un flash de fresa en "La Loli".




La parte baja

En la parte baja se puede ver un barrio mítico: Petit Champlain. A mí me recordó a Rothenburg-ob-der-Tauber (en el centro de Alemania, visita imprescindible si pasáis por ahí). Es un barrio de calles estrechas, con edificios muy cuidados y la iglesia más antigua de Norteamérica.




Las afueras

Además de las ciudad antigua, a pocos km del centro están las segundas Cataratas más famosas de Canadá, con permiso de las del Niágara: las cataratas de Montmorency.



Puedes caminar justo por encima de las cataratas, bajar hasta que te calas con el agua de la catarata, y coger un teleférico para verlo desde el aire. En fin, unas cataratas majas, con menos circo que en las del Niágara, aunque menos espectaculares. Lo que sí debe ser muy curioso es acercarse en invierno, cuando la nube de agua del rompiente se transforma en una montaña de nieve que puede alcanzar más de 30 metros.

Otra de las visitas típicas pero que no hicimos es el avistamiento de ballenas. No fuimos porque está a 3 horas en coche de Quebec y no teníamos tiempo, pero tiene que molar.


Visitar la ciudad


Quebec es una ciudad que se puede visitar en un día completo. El mejor momento es durante el verano, aunque el invierno también tiene que ser bonito: dura 5 meses, está todo nevado y las temperaturas pueden rondar los -10ºC, con picos de hasta -30ºC. De todas formas, el frío no detiene a esta ciudad. Y todas las personas con las que hablábamos nos contaban que están tan acostumbrados al invierno, que no tienen ciudad subterránea como en otros lugares de Canadá.


En definitiva, una ciudad muy recomendable. Con esto terminamos con el este de Canadá, una zona muy interesante, y que bien merece una visita.


Marga está volando ahora mismo a España, y yo lo haré mañana. Así que mañana, ¡entrada especial! Hasta mañana, muchachada, y ¡Viva Canadá!

2 comentarios:

  1. ¡No te vuelvas!¡Qué voy a leer ahora!¡Internet se nos queda insulsa y vacía de contenido!

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  2. Jaja, pues inicia tú un blog con tus chorradas. Por cierto Potro, para ti, como forofo adicto a nuestro blog te llevo algo, made in USA, te va a gustar. Ya te lo pasaré cuando quedemos.

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