jueves, 26 de abril de 2012

El gañán y la tierra: Bryce Canyon

Al norte del Gran Cañón hay una multitud de espacios naturales impresionantes, mucho más pequeños que el Gran Cañón, que para eso es el Gran. Este Parque que hoy os presentamos es como mucho más de andar por casa, más recogido, como más en familia.


El cañón recibe su nombre por sus primeros habitantes: los Bryce, que en un alarde de gañanismo decidieron salir un poco del pueblo y ocupar lo único que quedaba libre: el cañón. Al final se volvieron, pero el cañón se quedó ya con ese nombre.

El cañón es pequeñito, y en un par de horas se pueden recorrer los puestos de observación más importantes con el coche. Si tenéis más tiempo mola mucho andar por los senderos que bajan hasta el río. Nosotros nos atrevimos a hacer una marchita de sólo 10 minutos, básicamente por dos motivos: hambre y frío, mucho frío. Pero moló mucho porque pudimos ver algo más de cerca las curiosas formaciones geológicas del parque.


El agua y el viento van desgastando la roca que pasa de acantilado a cuevero, cueva y, por último, churrito de arena de playa, el Hoodoo.

En verano se debe poner hasta arriba. Además de senderismo, se puede acampar, ir a caballo, montar fuegos de campamento y asar Marshmallows (aquí sí está permitido). En invierno... pues estábamos allí cuatro gatos, y el viento helado. Menos mal que las vistas eran buenas.


Las vistas van volviéndose cada vez más espectaculares hasta que llegas a la foto mítica del Parque. La que te vuelve a dejar sin palabras. Si el Gran Cañón impresiona por su tamaño, Bryce lo hace por las formaciones así como junticas. A los demás les gustó más el Gran Cañón. A mí me gustó mucho más Bryce, un Parque pequeñito, pero muy curioso.

1 comentario:

  1. impresiona el color rojizo de la tierra chocando contra el blanco de la nieve...

    La tierra de los consoladores gigantes, solo veo falos!

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