jueves, 5 de abril de 2012

El gañán y la tierra: Sequoia

Hay paisajes que impresionan, que no te esperas, en los que cuando entras piensas que estás en otro mundo, que te han cambiado la realidad. En nuestro periplo tuvimos la suerte de visitar uno de estos paisajes: visitamos el bosque de las Sequoyas, los árboles gigantes.

Este Parque está en las montañas del interior de California. A medida que se asciende por las montañas el paisaje va cambiando. Al entrar en el Parque estás a 600m. de altitud, y ya es bonito, pero no sobrecoge.

La sorpresa está al final de una hora de carretera en zigzag. Para los americanos era una carretera infernal. Evidentemente para un coche con cambio automático. Para los españoles es una carretera de montaña monda y lironda.

Arriba empezamos a ver algo más de nieve, la temperatura había bajado casi a 0, y de pronto... todo se vuelve silencio, la vegetación es más densa... y empiezan a aparecer los gigantes como gorilas en la niebla.



Al ir descubriendo este mundo las reacciones van variando. Primero no haces más que decir "Ooooh", "Halaaa", con cara de memo (que nadie te ve porque todos miran hacia arriba). Después pasas a correr de un árbol a otro, te haces fotos, intentas hacerte como que lo tienes en tu mano, intentas abrazarlo, te subes cuando nadie te mira... En nuestro caso era fácil, porque nadie había en el Parque, estábamos casi solos.



Y después de hacer el memo un buen rato, te encuentras con el árbol más voluminoso del mundo, el General Sherman. Y ya entras al rollo metafísico: qué grande es el mundo, qué pequeños somos, hermana naturaleza, qué es la vida... y te dedicas a vagar en silencio, que es lo mejor que uno puede hacer en estos casos.



Al día siguiente ya te repones y empiezas a averiguar cómo funciona el tema. Estas enormidades tienen unos 2000 años de antigüedad. La mayor parte de ellos han sobrevivido entre 8 y 10 incendios potentes. De hecho, ironías del destino, necesitan del fuego para poder reproducirse. Y aunque están muy protegidos, algunos el fuego se los come y crea formas curiosas.



El Parque tiene otras muchas cosas que hacer además de admirar arbolacos. Y nos fuimos a ver si veíamos osos. Dicen que los hay, pero se nos resistieron. Debe ser que los había porque nos topamos con esto:



En fin, una visita más que recomendable, casi obligatoria, venir a enfrentarse con estos auténticos Ents de Fangorn.

P.D: ¿Sabéis que el serrín de una Sequoia sirve para cubrir los vómitos de Disney World durante todo un día? (Lisa Simpson, de los Simpson de toda la vida)

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