Pero el mío es de China

 Hoy hemos estado en Jackson, Wyoming. Un auténtico pueblo del Oeste. Y de ahí, cómo no, teníamos que traernos unos sombreros de cowboy. Después de muchos sombreros probados, y de muchas memeces como "prepárate a morir, forastero", o "no escaparás, Billy" frente al espejo, me decidí por uno. Que resulta que estaba sucio. Y esta mañana he encontrado otro, algo más barato.

Y ahora, a 400 km de distancia, en Salt Lake City, me he dado cuenta de que mi sombrero es "Made in China". Vale, ¿y qué? Pues importa, y mucho.

Resulta que los americanos, después de años comprando baratos productos chinos, se han dado cuenta de que su industria empieza a peligrar. Y se han puesto manos a la obra. ¿Cómo? Autoconvenciéndose de las bondades de los productos hechos en la tierra. Y así, en EEUU puedes encontrar muchos productos con una etiqueta al más puro estilo label vasco de calidad:

Y si no te ponen eso, te ponen algo parecido, como las etiquetas que venían en el sombrero de Marga (hecho en América importa, elige producto americano)

Los tíos lo ponen bien grande. Pero no contentos con eso, van y te explican por qué es tan importante apoyar al comercio patrio. Viene a decir algo así como... qué bueno es lo que hacemos los americanos, comprar productos americanos refuerza el sueño americano.

No sé exactamente cómo refuerza el sueño americano, porque la mayor parte de las cosas que compras aquí tienen una calidad ínfima. Para que sean buenas tienen que ser extremadamente caras. Con un mercado "local" de 300 millones de potenciales consumidores, cualquier porquería es buena, y te compran absolutamente todo. Y si no, ahí está la teletienda.

En fin, que me vuelvo a España cabizbajo, pensando que mi sombrero de cowboy, aunque de marca americana muy gañana de Mississippi, está hecho en China. Y así no voy a poder usarlo llenando mi cabeza al 100% de americanos sueños y mágicos momentos.

Aprovecho para recomendaros el último libro que me he leído: "Por qué Occidente gobierna... por ahora". Aún no está traducido, y aunque es algo espeso, mola ver cómo han llegado los americanos a su situación actual, y cómo seguramente les desbanquen los chinos en los próximos años. Dios esté con vosotros americanos.