lunes, 31 de octubre de 2011

Halloween

Bueno, ya se está pasando todo esto de Halloween. Menuda locura. Aquellos que sois amantes de todo este tinglado diréis ¿y cómo es esto del Halloween en los Estates? Pues aquí estamos un día más para retransmitiros en directo este disparate.

Todo empezó allá por principios de septiembre, hace dos meses, cuando un buen día las tiendas se llenaron de decoraciones Halloweenianas. Venga, no es posible, dos meses. Pues sí, esta gente planifica todo con dos meses de antelación, para que te de tiempo a preparar todas tus zarandajas. Ahora, por ejemplo, ¿qué tenemos dentro de 2 meses? Sí, Navidades. Y ya tenemos muchísimas tiendas petadas de motivos navideños. Al tema.

Con un mes de antelación ya están montado todo lo de Halloween, para que sea vea bien. En el cole las clases se decoran, hay concurso de puertas que hablan de eskéletrons y "no a las drogas" (no sé qué quieren decir, será que recomiendan a los niños no atiborrarse a saturados glúcidos). Pero no sólo los colegios. El fin de semana pasado ya estaban también preparándose restaurantes, tiendas, la oficina de Correos, hasta el aeropuerto. Por todas partes hay calaveras, telarañas y memeces por el estilo. Para no ir más lejos, ayer en una tienda nos recibió una cajera disfrazada de conejita de Playboy al grito de "Welcome!Happy Halloween!". En fin.

Esta semana pasada, que entrábamos en la recta final, se prepararon las famosas calabazas. Por casualidad, el jueves pasado cayó en mis manos una y como no podemos irnos de aquí sin probar todas las chorradas como pianos que se nos ocurren, nos dispusimos a tallarla.

1) Le abres la boina y piensas: Qué asco, quién me manda. Además, me han timado, está hueca. Tranquilo, es así.



2) Te lías a quitar pipas y pelos como un descosido, y la pelea inicial por ver quién corta la calabaza se transforma en un repentino ataque de generosidad: "No, por favor, te toca a ti que te hace más ilusión".

3) Después de sacar un quintal de carne, que no sabes de dónde ha salido, dejas la pared finica y empiezas a buscar recetas para ver si ese mogollón se puede aprovechar.



4) Le dibujas el gepeto y se lo taladras. Por fin podemos decir que le hemos partido la cara a alguien.



5) Ya está. Premio a la mejor sonrisa.



6) Detalle final. A falta de velas, buenos son móviles.



Llegó el gran día. En el colegio, después de un concurso de disfraces y un chute de azúcar que hará las delicias de los fabricantes de insulina, hemos concienciado a los niños de que se lo pasen bien, y de lo importante que es "no comer ningún caramelo sin envoltorio". La seguridad (estar safe) es lo primero para esta gente, y además de los caramelos ya han recordado a los niños lo importante que es no ir sin un adulto que te acompañe. Como si no hubiéramos comido todos de pequeños caramelos chupados que nos tiraban los Reyes Magos...

Bueno, pues queríamos ver a los zagales cumpliendo su entrañable tradición de trick-or-treat (¿cuál es la buena?) y... nada. Ni un niño ha llamado a nuestra puerta, ni uno. Pero ¿ves? no pasa nada, no me enfado... me como yo todos los putos caramelos y se acabó la historia. Eso sí, para darnos la tarde probando la mierda de la alarma anti-incendios sí se han acordado que estábamos dentro.

En fin, y si los niños no vienen a nosotros, tendremos que ir nosotros a ellos. Pero hemos salido a la calle y ya todos estaban yéndose a sus casas con el buche a rebosar y con el velcro del disfraz desabrochado. ¿A qué hora habéis salido? A las siete de la tarde, pero es que la hora "ideal" aquí para pedir caramelos en la NOCHE de Halloween es pedirlos de 4 a 6 de la tarde, mientras es de día, que es más "safe". Nos hemos dado cuenta de que la vida es una derrota tras otra hasta que terminas por desear que se muera Flanders.

viernes, 28 de octubre de 2011

Game Day

Día peculiar el de hoy. Mis emociones han progresado desde la ira hacia la incomprensión, indiferencia y curiosidad, para terminar el día partiéndome pensando en lo que he vivido. Hoy he acudido a un campeonato de softball (béisbol suavito).

Aquí en EEUU hay días de planificación en los que no hay cole. En teoría es para que los maestros puedan programar tranquilamente sin niños. Hoy era uno de esos días. Peeeero mi colegio ha decidido participar en un campeonato de confraternización los colegios de la empresa. Al campeonato era obligatorio asistir, y si no querías tenías que pedirte un día de vacaciones.

El cachondeo empezó el martes al enterarme de que había partido y era obligatorio ir. Quise apuntarme, pero me dijeron que el equipo estaba lleno. Curioso, miré la lista de jugadores y... oh, sorpresa. Entre los 10 titulares, la directora (evidentemente), los de Educación Física (evidente) y... cinco padres. Los 5 suplentes, 5 maestros. ¿Pero no era un campeonato para los maestros? Casualmente, sólo casualidad, no os creáis, los 5 padres son bestias jugando al béisbol, pero... creo que sólo era algo circunstancial. Quizá es costumbre por aquí hacer "pequeños cambios" en la alineación. Aquí está la foto de otro equipo que jugaba el campeonato.



Bueno, las americanadas van una detrás de otra todo el día. La primera, quedamos a las 9 en el parking en vez de en las pistas, que están al lado. Para llegar todos juntos, claro. Peero, para caminar 50 metros nos suben a las 30 personas en un bus de 15 plazas, y llegamos todos cantando y dando la nota. Bueno, yo intentaba esconderme, pero era difícil.

Segunda americanada. Antes de empezar el partido montamos la tailgate. Sacan las tiendas, ponen la música, abren el champán y las cervezas y a beber. Lo cachondo de esto es que por ahí andaban pululando muchos alumnos del colegio, hijos de profes.

Tercera. Con los niños delante, las maestras, todas ataviadas con pantaloncitos cortos y calchetos altos, se marcan unos meneos y refrotes dignos de grandes clásicos del cine universitario como Porkys o Supersalidos. Pero no sólo las de mi cole, las de todos los coles, o sea, que era algo generalizado. A los niños no les puedes enseñar la palabra culo, pero a las niñas de 8 años les jaleaban cuando bailaban muy insinuantes (tipo Rihanna, Beyoncé y amigas del estilo).



Cuarta. Empieza el partido. Y el cachondeo, al menos por parte de los jugadores, se acaba. Parecía la final de Quidditch de Cofiñal '04 (qué buena, ¿eh, Uge?). Para el que no lo entienda, parecía que los perdedores iban a pasar por la horca. El entrenador iba dando paso a los diferentes jugadores. Y claro, los reservas (los maestros en casi todos los equipos) ni olieron el campo. Ah, bueno, sí, salieron como al final de uno de los partidos cuando íbamos arrasando, por sacarlos.



Quinta. Los jugadores se reunían para hacer estrategia, y darse las señales. Alguno creo que no las entendió bien, porque luego fallaba mucho. Con tanta regla, estrategia y cambio, esto es lo que me hubiera pasado seguramente si hubiera jugado.



Bueno, y así podría seguir mucho rato. Como curiosidad, otro profe español había entrenado con su cole toda la semana, para encontrarse esta mañana que el padre de Fulanito, muy bueno él, se ha pasado y... ha habido cambios de última hora.

Y por supuesto, en un campeonato a vida o muerte como éste, no podía faltar una buena tangana. Uno de mi equipo ha bateado un zambombazo que ha ido a parar a la ceja de la chica que echaba la pelota. Le ha dejado una brecha de 7 puntos, y cuando estaban viendo qué tal estaba, otro le ha acusado de batear la pelota a la cabeza de ella a posta. Se ha liado una que para qué, han tenido que separarles, han llegado los bomberos, gente para un lado y para otro... yo me lo he pasado bomba. No me enteraba de lo que decían, pero ha sido muy divertido.

En fin, que me ha parecido algo mítico esto del campeonato de softball. Y que los Simpsons lo hubieran parodiado en este capítulo... es simplemente genial, y una muestra más de que los americanos son en muchas cosas A, B y C. Por favor, que alguien nos muestre cómo somos los españoles, que tiene que ser curioso. Bueno, espero por lo menos poder echarme una pachanga antes de volverme a España. Os dejo con esta cancioncita que me ha dejado el mismo regustillo del día de hoy. Está al revés la imagen, pero... mola.

jueves, 27 de octubre de 2011

Ay el borreguismo, qué malo es.

De viaje por Philadelphia, a parte de acordarnos de Rocky, nos acordamos también, cómo no, de los Simpsons una vez más. Diréis, joé qué pesados, parece que tienen acciones de la Fox y necesitan publicitarlos; pero es que hay demasiados "Simpsons" en esta zona y es inevitable acordarse de ellos.

Esta vez me refiero al capítulo en el que nuestra querida familia va de excursión a un poblado del oeste (luego, más adelante, al abuelo Simpson le revientan los riñones y Homer huye del hospital cuando le van a operar para donarle su riñón. ¿Os situáis, no?). El caso, llegan al pueblo del oeste y se apuntan a una visita guiada donde el guía les explica que antiguamente todo estaba lleno de fulanas, que a su lado derecho pueden observar un atadero donde los vaqueros dejaban a los caballos y que el suelo que están pisando es el original. Y va Marge y le hace una foto, al igual que lo hacen el resto de turistas.


Bueno, pues esto nos pasó igualito este fin de semana. ¡Y dos veces!

La primera en el Museo de Bellas Artes. Pagamos un pastoncio para entrar en la súper exposición de Rembrandt y resulta que de toda la morralla que tenían sólo había 2 ó 3 rembrandts. El resto que si bocetos de fulano o de mengano copiando su estilo. Peeeero la exposición estaba hasta los topes, ¿por qué? Porque te daban una maravillosa audioguía donde grandes "expertos" de tal o cual universidad hacían comentarios sobre los cuadros. Vamos, que a esta gente si le das una audioguía, un vídeo interactivo o un mapa educativo se vuelven chililis, y si encima la información viene corroborada por un experto de la universidad de Massachusetts, ya es el no va más.

A todo esto hay que añadirle que en el resto del museo sólo había gente concentrada delante de un cuadro si el cartelito tenía el simbolito de los auriculares. El resto, vacío. Los girasoles de Van Gogh, vacíos. Claro, no tenían auriculares pintados...


Y la segunda oda al borreguismo fue en el Independence Hall, el edificio donde se firmó la declaración de independencia y la constitución de los Estados Unidos. Una cola de aquí a Lima para ver el edificio que te explicaba un segurata (que parecía el guardabosques del Oso Yogui), en una amena e ilustrativa visita. El edificio por dentro era más feo que el copón pero allí todo el mundo hacía fotos a todo lo que pillaba, salas, sillas, cuadros y hasta el atrezzo de papel con pluma que habían puesto para darle un toque más realista.


En fin, que no pude evitar hacerle un foto al suelo en honor a Marge Simpson.


Que conste que era el original del s.XVIII, ¿eh?

miércoles, 26 de octubre de 2011

Centro de formación de patriotas: las notas

Hoy os voy a hablar de un tema que de rabiosa actualidad en mi colegio: las notas. Sí, ya sé que tenemos el viaje a Philadelphia pendiente, pero llevo dos días poniendo notas como un loco, así que no podía dejar pasar la oportunidad de contaros cómo funcionan las cosas por aquí.

Similitudes España vs Miami:

1) Las notas alegran a los empollones, martirizan al resto. Bueno, ya no estoy seguro de esto, creo que martirizan a todos.
2) Hay 3, 4 ó 5 evaluaciones.
3) Los padres más preocupados son los que menos se fijan en las notas. Los menos preocupados se siguen sorprendiendo porque el santo de su hijo haya podido suspender, con lo buena persona que es, y lo bien que hace las cosas. (Mantente alejado de la ironía)

Vamos con las diferencias:

1) Las notas no son Bien, Notable,... sino que van por letras: A(9-10), B(8-9), C(7-8), D(5-7), F(penco). A eso se le añaden + y -. No nos sorprende todavía, hemos visto muchas veces esta escena...


2) En España, te ponen una nota al final de la evaluación. Aquí también. Pero esa nota no es la media de 2 o 3 exámenes, no. Para poner la nota tienes que poner, como mínimo, 9 notas, una a la semana. Y eso en mi colegio. En otros colegios, por cada alumno tienes que poner 2 notas a la semana. Porque tiene que haber evaluación continua.

Y esta medida, tan bonita desde los despachos, acaba provocando que en muchos colegios la dinámica sea: de lunes a jueves introducimos material, el viernes hacemos examen. Precioso, ¿verdad? Pues esto termina desembocando en que los críos son expertos en hacer exámenes y genios de la memoria a corto plazo, pero a la larga no tienen ni idea de nada. Bueno, sí, de hacer exámenes.

3) El maestro no tiene su típico libro de notas. Aquí están más modernizados. Hay un sistema online, el "gradebook". Pero tan online que segun metes las notas los padres ya pueden verlas. Y a los 5 minutos tienes un email de un padre preguntándote por qué a su hijo le has puesto una B en vez de una A en tal o cual trabajo. Bueno, mejor aún, cuando encargas un proyecto especial, como son los padres los que acaban haciéndolo, se chinan si no les pones una A. Y como lo ven online, pues...

4) Las notas no sólo determinan el futuro del niño, sino también el de los maestros y colegios. Si el maestro no consigue que sus alumnos saquen buenas notas, a la calle. O si no sacan buenas notas, el colegio recibe menos dinero el año que viene. Dirán algunos,... ¡bien! Así os esforzáis, so vagos. Bueno, no está mal. Ahora me dices qué hacemos con los colegios de las barriadas, donde a los niños les preocupa más si papá llegará borracho a casa esta noche, que el examen del Sistema Solar. Menos pasta para el colegio y que haya que aprender gracias a Oscar Mayer ayudará mucho.



5) Y ahora, la mejor diferencia. Para nosotros, un 5 está bien, es un aprobadete. Pero esta gente con una B se queda con la mosca detrás de la oreja, con una C vienen a preguntar, y una D es un fracaso monumental. Las F ni existen, bueno sí, pero no se pueden mencionar.

¿Y por qué? Porque la concepción de las notas es muy distinta de la nuestra, y me está costando un poco, la verdad. Tú planteas una actividad y dices lo que hay que hacer. Si el niño hace LO QUE PIDES, tiene una A. En España con eso tiene un 5 pelado.

6) En España el maestro da la materia, llega el examen y te pone algo "nuevo", a ver cómo te las apañas. Sudas la gota gorda para aprobar. Aquí no puedes preguntar algo que no hayas dado antes. Mira, una cosa que hacen bien (aviso especial a los de Matemáticas).

7) En España el maestro hace el examen, y luego ya piensa cómo va a corregir. Aquí los padres te preguntarán cuál es tu "grading policy" con anterioridad. Vamos, que quieren saber a la perfección cómo se va a evaluar (objetivamente) a su hijo. Con lo que tienes que ser capaz de darles las cosas que vas a hacer.

En fin, que esto se alarga, y seguro que si lo pienso saco más diferencias. Ayer martes me escapé un momento del cole junto a Apu y Homer para ver si algún gurú me decía en qué narices ponía las 10 notas (9 + comportamiento) x 25 alumnos x 7 clases = 1750 notas, pero como podéis ver, no pude sacarle nada y tuve que hacer horas extra. Maldito Homer.



P.D: Capítulo 13, temporada 5. Estoy hartito de no encontrar fragmentos en español de España. Sólo puedo expresar mi indignación (global) con este otro fragmento...

martes, 25 de octubre de 2011

Que te calles, niño

Todos hemos vivido la siguiente escena: vas con tu madre de visita a ver a alguien.

- Uy, que niño tan guapo, ¿te gustan los caramelos?
- Sí, le encantan.
- ¡No, no me gustan los que tú me das, y a mi mamá tampoco!
- Que te calles niño.

También tenemos la variante en la que tu madre sonríe, y al iros te aprieta del brazo a la altura del codo mientras te dice: "No vuelvas a dejarme en evidencia" o "no seas impertinente".

Pues en Philadelphia a la peña le molaba este rollo. Bueno, no será porque viéramos muchos niños, que los había pocos. Más bien era porque en algunos sitios les gustaba que las cosas estuvieran en silencio. Vamos, el clásico cállate niño que estás más guapo. ¿Y en qué basamos nuestra suposición? En primer lugar, en que en general en los sitios la gente solía estar bastante callada, nada que ver con España.

Pero en segundo lugar, porque, atención, encontramos esto en un vagón de tren. Os presentamos el "CualleRai" .



El QR es un vagón de cercanías donde no se puede hablar. Sí, así, como suena. ¿Te despiertas con dolor de cabeza? No hay problema, te subes en el QR. ¿Te has encontrado al amigo que siempre te da la brasa? Le llevas sibilinamente al QR. Vamos a traducir algunas de las sugerencias que tienen:
- No se puede usar el teléfono para hacer llamadas.
- Hay que usar cascos para escuchar música.
- Las conversaciones, de haberlas, deben ser en susurros y muy breves.

Grandes preguntas nos acechan: ¿cómo consigues que la gente lo cumpla? ¿te chivas al revisor si alguien habla? ¿te tienes que chivar bajito o puedes levantar la mano? ¿podrás denunciar a tu vecino de asiento como en los partidos de fútbol americano? ¿tan harta está esta gente de usar el Cercanías? Debe ser, porque el centro de Philadelphia era algo más parecido a las ciudades europeas: muchos edificios, grandes avenidas y poco espacio para aparcar, muy diferente de Miami. Así teníamos a todo el mundo caminando y, por tanto, ¡demasiado expuestos al peligro del ruido ambiental! Normal que tengan que crear sus pequeños remansos de paz.

Os dejamos con una de las fotos que sacamos allí, ya os iremos enseñando más. Y aunque nos notamos algo fondones de no andar, nos pareció bonito, suponemos que el NY de las pelis será similar. Mañana más.



P.D: Sí, vale, ha sido una chorradaca de entrada. Pero estamos de evaluación, yo poniendo notas y Marga con exámenes. Ale, a zurrir mierdas con un látigo todos.

lunes, 24 de octubre de 2011

Bebés contra perritos

Sentimos no haber publicado nada antes. Como ya sabe la muchachada, este largo fin de semana hemos estado en Philadelphia, hogar de la mundialmente conocida campana de la libertad. Bueno, realmente es más famosa por su quesito de untar, qué bueno que está el jodido, pero no, están más orgullosos de una campana que se partió na más estrenarla. En fin, pues ahora mismo estamos en su aeropuerto. Esperamos que el avión no sea de queso.

Después de cargarnos de chorradas como pianos con las que os entretendremos por lo menos dos semanas, hemos tenido que estrujarnos la sesera para decidir cuál ha sido el mayor chorrazo. Y no nos ha costado mucho, así como 5 segundos. Señoras y señores, damas y caballeros, niñas y niños, muchachas y muchachos que pueblan nuestra página… con todos ustedes… ¡BEBÉS CONTRA PERRITOS! (Puppies vs babies para los astutos políglotas)



El sábado por la noche, después de una larga jornada, nos dispusimos a ver la tele en la TV de la habitación, así como 40” de tele. Ya sabéis que no tenemos tele en casa, así que hay que aprovechar los hotelacos. Empieza el zapping: fútbol (que no soccer, listos), béisbol,… encontramos una entrevista a Johnny Depp, que nos aburrió por repetitiva. Los más de 3 “you know” por minuto que soltaba por la bocaza el muchacho eran demasiado para nosotros. Debe ser que era lo único que entendíamos de todo lo que hablaba… En fin, que pasamos al siguiente canal y…

Descubrimos un mundo, una maravilla, la quintaesencia de la tele más podrida y basuril que hemos visto jamás. Y nos encantó. ¡¡Nos encantó!! No podíamos dejar de mirarla. Era un programa predecible, absurdo, mal hecho, cutre, rancio y con contenidos sacados de Youtube, pero al igual que la fritanga del aeropuerto nos supo riquísimo. Al grano.

El susodicho programa respondía una pregunta que todos nos hacemos con frecuencia, fundamental para la existencia de todo ser humano. “¿Qué es más entrañable, un bebé o un perrito?”. Ambos haciendo cosas graciosas, claro está. Qué, ¿cómo os habéis quedado? ¿A que el otro día en “59 segundos” hablaban de esto mismo? Sí, pues los americanos nos han traído la respuesta.

Todo comenzaba con una cuadrícula de estas de los campeonatos con octavos, cuartos, semis y la final. En cada ronda sacaban un vídeo de perritos contra otro de bebés, todos haciendo el canelo y poniendo carusa. Tras examinar a los contrincantes, un “jurado” hacía la votación. Entre los egregios miembros del jurado se encontraban jugadores de hockey, niños, peluqueras, bomberos,… vamos, gente muy cualificada para dar respuesta a las grandes preguntas de la vida. Eso sí, de tres en tres, no fuera a ser que hubiera empate.



Después de unos momentos de confusión, entendimos que en cada ronda obligatoriamente se tenía que enfrentar un bebé contra un perrito, con lo que estaba cantado que tenía que ganar uno cada vez, que si no se iba el programa al carajo. Pero claro, los de la tele pretendían darle una gran intriga haciendo que el jurado votara a uno cada y tuviera que desempatar el tercero animándolo con una musiquilla de intriga (nos han dicho que es la que usan los monjes tibetanos para responder sus grandes preguntas).

En la segunda Ronda el jurado era un panel de tres expertos, a saber, “piñates”, “plastico-man” y “la mujer ochentoide”. Aunque no sabíamos de qué eran expertos estos tres, ellos decidían los que pasaban a.. ¡la FINAL FOUR! (así en mayúsculas suena como más importante, algo parecido a lo que hacían en el programa).

El formato de semifinales incluía a grandes hombres de negocios que… bueno, aquí nos perdimos. Era muy complicado de entender, ¿vale? Y en la gran final llevaron a nuestros bebés y perritos a una justa medieval, donde en un castillo a lo “Castillo Conde de Alfaz”, lleno de gañanes hasta la cencerreta, se decidía el futuro de la humanidad. Para ayudarles a sobrellevar tamaña responsabilidad tenían unos escuderos, pollo frito de la semana anterior y unas coronas de cartón estilo “Burrikín”.

No os vamos a chafar la gran final, con lo que fastidia que te digan cómo ha quedado el Madrid antes de ver tu vídeo VHS grabado (¿verdad Berbel?). Cada cual debe decidir cuál es el mejor de los dos vídeos que llegaron a la final y hallar respuestas a su propia existencia en este confuso mundo.



jueves, 20 de octubre de 2011

A vista de pájaro

Hoy quiero contaros un poco cómo se ve España a vista de pájaro. Vamos, cómo se ve y percibe España desde aquí. Bueno, cómo lo perciben los americanos con los que hemos hablado.

Igual que cuando estábamos en España veíamos los EEUU llenos de topicazos, las buenas gentes de estos lugares nos perciben así. Comencemos con algunas de los grandes mitos que pueblan las mentes de estas gentes de bien:

1) Comenzamos por el clásico que cualquier americano con algo de educación desmonta: España es un país de América Latina en el que la gente baila flamenco, todo mozo torea y se echa la siesta tras pimplarse una paellaca. Sí, yo hago eso todos los fines de semana. Atentos a la definición visual de "paella" que apareció en varios trabajos de clase.



2) En España la gente vive sin preocupaciones. Los americanos se ven como un país en el que la gente tiene que trabajar mucho sin parar. En cambio, a España la perciben como un país en el que la gente duerme la siesta, no tiene preocupaciones y trabaja para vivir.

3) En España se come mucho. Por lo menos un mito en el que han acertado. Claro, comparado con esta gente hasta Piticli se pone hasta las trancas y luego se echa la siesta. Sí, nos gusta comer, y charlamos con los amigos. Vamos a darles un gallifante por esta respuesta correcta.



4) En España la gente está muy preocupada por su salud, y por eso pasean tanto. Meec, error. En España paseamos porque no hay Dios que aparque en ningún lado. Paseamos porque las ciudades tienen aceras por las que pasear, y porque todo está cerca, no precisamente por nuestra preocupación por la salud.

5) En España la ropa es muy bonita y muy barata. Fíjate que este mito es recíproco. Nosotros también pensábamos que la ropa aquí iba a ser baratíiiiisima. Sí, espera sentado, que algún día lo será.

6) España está gobernada por Zapatero, un gran líder que ha traído un gran estado de bienestar a nuestro país, donde todo el mundo tiene trabajo. Debe ser que vieron este cartel electoral. No voy a entrar en política, que cada cual opine lo que quiera.



7) En España tenemos el español más puro. Un crío me soltó el primer día de clase que estaba muy contento de tener un profesor que hablara tan buen español. Claro, con el espanglish multiacento que hablan aquí el chaval se había hecho la picha un lío. En el país de los ciegos el tuerto es el rey.

8) En España la gente vive en el campo. Resulta que uno viajó a ver a unos familiares en Asturias y todos los españoles nos criamos dando de comer a las vacas. Qué país tan folklórico.

Menos mal que para combatir esto tenemos el Barça, equipo compuesto por un jugador (Leo Messi) e Internet. Aunque tampoco os creáis que ayuda mucho. La noticia del año en España, el comunicado de ETA, aquí ha aparecido en letra muy pequeñita, y no en todos los medios. Gadafi es el rey de la pista. Quien sí explica al mundo quién es España, pero de verdad, es ELLA, que estaba esperándonos en los estantes de nuestro pequeño supermercado de barrio. Que viva España.